--Su salida en la segunda mitad ante el Mallorca cambió el partido y además marcó. ¿Esa actuación puede suponer un punto de inflexión para usted?

--Estoy contento por el gol y por la victoria, salió todo perfecto. No sé si fue un punto de inflexión, pero lo que mostré es que si salgo puedo hacerlo bien. Si me dan confianza y cojo más ritmo iré a más, seguro.

--Todavía no ha sido titular, aunque una lesión lastró su inicio de temporada.

--Yo trabajo para estar entre los once. A ningún jugador le gusta salir desde el banquillo y, si cuando sales, además de ayudar al equipo, demuestras que puedes jugar de inicio, pues magnífico, ¿no?

--¿Qué pensará si en Lugo no está en el once?

--No solo por lo del domingo, sino porque estoy entrenando y trabajando muy duro, siento que estoy a nivel para jugar de inicio. Si no juego, lo aceptaré y a seguir trabajando, pero cuando un futbolista llega cedido a un sitio lo que quiere es tener los minutos que no iba a disputar en su equipo. Y más en mi caso tras las últimas temporadas que he vivido.

--¿Por qué celebró el gol en solitario y mirando a la grada? ¿Hubo algo de reivindicación?

--Por dedicárselo a mis amigos que habían venido desde Albacete a verme. No fue nada especial. Me dio alegría por mi situación de estas últimas jornadas, pero sin más. No sé qué pareció desde fuera, pero no había afán de reivindicación, ni mensaje ni nada de eso.

--En ese gol, por cierto, demostró velocidad y sangre fría en el recorte a Cabrero.

--La velocidad es una de mis principales cualidades. La jugada fue bonita y cuando encaras al portero se te pasan por la cabeza mil cosas, pero lo resolví bien. Creo que fue un buen gol.

--No es usted un goleador...

--Nunca me he considerado así, sino más de último pase. Soy más asistente que ariete. Si puedo marcar goles, bien, pero si puedo darlos, perfecto también.

--Fue una buena acción al contragolpe, pese a que en teoría el Zaragoza no tiene muchos futbolistas para hacer ese tipo de fútbol.

--Pues no estoy de acuerdo. El Zaragoza tiene jugadores para funcionar bien a la contra, hay buenos finalizadores y también futbolistas rápidos y de último pase. A mí me gusta jugar a la contra porque me encuentro con espacios en los que el uno contra uno puede ser más sencillo que en estático. Ahí me siento muy cómodo, pero jugar así depende del entrenador y de las circunstancias del partido.

--Borja le recriminó que no le pasara en la última acción. ¿Ser individualista es su defecto?

--Borja me dijo que estaba solo, pero es que no lo vi. ¿Individualista? No creo que lo sea demasiado, a veces hay jugadas puntuales en las que puedo caer en eso, pero nada exagerado y desde luego cuando era más joven lo fui mucho más que ahora.

--En todo caso, no es futbolista de esconderse cuando juega, no deja de pedir el balón.

--A mí me gusta intentar hacer cosas, aportar todo lo que pueda. Siempre la pido, pero es que pretendo jugar bien y creo que todos los futbolistas quieren eso. De todas formas, por la manera de pedir el balón que tengo quizá pueda resultar algo pesado para los compañeros (sonríe).

--Su intención, imagino, será recuperar el nivel que mostró en el Albacete y que le hizo fichar por el Udinese en el 2009. Después, entre lesiones y falta de minutos no lo ha logrado.

--Cuando me fui a Italia las cosas no me salieron, era muy joven y fiché por un equipo importante, donde con 18 años no era fácil sentar a los jugadores veteranos. Y, después, no creo que me haya lesionado mucho, pero sí en momentos claves. Cuando estaba bien e iba a más me llegaron esos golpes y, si te pasan varias veces, pues mentalmente te afecta. La temporada pasada en el Castilla me volví a sentir bien, sin problemas y en este año es en el que mejor me siento físicamente tras todo lo vivido.

--Se puede ver el mejor Jaime.

--Ojalá recupere ese nivel de Albacete, porque ahora soy un jugador más maduro y con más tranquilidad. Sería entonces una versión mejorada (sonríe).

--El Zaragoza también le puede ayudar a ello. Más, si mantiene la línea de crecimiento que lleva, con tres victorias seguidas.

--Eso da confianza al grupo, lo mismo que estar arriba, ya que son aspectos que refuerzan mucho. Estamos en un buen momento, en una dinámica de que en cualquier instante podemos decidir un partido. Es todo lo contrario que, por ejemplo, le pasa al Mallorca.

--¿El objetivo es subir?

--Con la racha que llevamos y viendo tan cerca los dos primeros puestos, la cabeza piensa en subir. Es algo natural, pero hay que ser realista y es pronto aún. Está claro que hay un buen equipo, pero la Segunda es complicada e igualada.

--Esa igualdad también es una ventaja para proyectos tan renovados como el del Zaragoza.

--Sí, porque cualquier equipo que trabaje bien puede dar la sorpresa. Mire el Eibar el año pasado o el Deportivo, que era un equipo sólido, de marcar pocos goles, como nosotros hasta ahora, y subieron.