Un voto de confianza de Zinedine Zidane, que nunca le ha dicho una cosa por otra, una gran actuación con dos goles al Sevilla y una cálida despedida de la afición madridista al ser sustituido, parecida a las que se ganó unas cuantas veces en su primera temporada de blanco, y de todo lo hablado el 18 de diciembre en Yokohama, nada de nada.

«No, no, me quedo, me quedo». Así de claro fue esta vez James cuando, tras el partido, el periodista de beIN Sports le brindó la posibilidad de zanjar las especulaciones sobre su posible salida este mismo mes después de que el colombiano pusiera en palabras su pálpito de que las cosas le irán mejor a partir de ahora. «Ahora estoy bien. Todos pasamos por malos momentos, pero es un año nuevo y una vida nueva», comentó después de agradecer al público el cariño que le dispensó: «Es hermoso. Estoy feliz en el Madrid, es donde siempre soñé estar y cuando el Bernabéu corea mi nombre es algo único».

Ahora, con Bale y Lucas lesionados, tendrá nuevas oportunidades de demostrar que, efectivamente, merece estar por delante de compañeros como Isco y Asensio en las preferencias del entrenador y probablemente mañana ante el Granada volverá a estar en la formación inicial. Aunque de ahí a que vaya a tener el estatus de titular indiscutible va un buen trecho y él es el primero en saberlo.