Su irrupción ha sido una de las escasas noticias positivas de una temporada aciaga. James Igbekeme, un desconocido para la mayoría cuando el Real Zaragoza anunció su fichaje el pasado verano, se ha convertido en uno de los futbolistas más destacados de la categoría. Titular indiscutible salvo para Lucas Alcaraz, el rendimiento del nigeriano ha llamado la atención de numerosos equipos. También en Primera División, donde Levante y Getafe tienen su nombre subrayado en rojo. Como el Toronto, que, al igual que otra media docena de equipos, ha visto en directo al centrocampista, que, sin embargo, pregona su deseo de seguir en el Zaragoza.

«Soy feliz aquí. Me gustaría continuar si es posible. Nunca sabes lo que va a deparar el futuro pero tengo contrato y me gustaría seguir», afirmó ayer el jugador, que aseguró no tener «ni idea» de posibles ofertas de otros equipos interesados en hacerse con sus servicios. «No sé nada de eso», aseveró.

EL MÁS COTIZADO // Pero James es el jugador más cotizado del Zaragoza actual y su nombre emerge como el activo que podría dejar más dinero en las maltrechas arcas del club. Además, su cláusula de rescisión -10 millones de euros- es, junto a la de Papu, la más alta de la plantilla, una cantidad que otorga fuerza a la entidad aragonesa en una posible negociación. No hay una cifra mínima exigida para empezar a hablar, pero la Sociedad Anónima insiste en que James solo se marchará del Zaragoza si llega una oferta imposible de rechazar y por encima del mercado.

Porque el nigeriano se considera clave en el equipo de la próxima temporada y así se ha trasladado a cualquier equipo interesado. Sin embargo, las evidentes necesidades económicas de la entidad, que va camino de su séptima temporada consecutiva en Segunda División, obligan a sacarlo todo al mercado, aunque, en este caso, no a cualquier precio.

Si sigue, quizá James vuelva a coincidir con Víctor Fernández, que medita la posibilidad de continuar al frente del Zaragoza la próxima campaña. Para el mediocentro, su presencia sería «muy buena para el equipo» porque «es un gran entrenador que puede hacer muchas cosas y ayudar. A mí también me gustaría mucho continuar aquí», insistió el nigeriano.

En todo caso, James se centra ahora en poner el sello definitivo a la permanencia. Para ello bastará con sumar un punto mañana viernes en Málaga, aunque el centrocampista deja claro que el Zaragoza no saldrá a especular con eso en La Rosaleda. «El Málaga es un buen equipo, pero vamos a ir allí a por los tres puntos. Estamos muy motivados después de la victoria de la última jornada ante el Sporting y no se nos pasa por la cabeza la idea de ir a empatar. Solo pensamos en ganar», expuso con contundencia.

En tierras andaluzas, James volverá a ser fijo en la medular zaragocista, el escenario donde ha completado una notable temporada, pero James no se da por satisfecho. «No puedo estarlo después de que el equipo no haya conseguido el objetivo, que no era otro que luchar por el ascenso». Aunque admite que, en el plano personal, todo ha salido mejor de lo esperado. «Estoy satisfecho con mi rendimiento porque he jugado y además he sido titular habitualmente, pero no puedo estar contento», reiteró.

EL PUBIS // Atrás quedan los problemas en el pubis que amenazaron su final de temporada. «Estoy mucho mejor. El tratamiento funciona y el día a día es mucho más positivo», indicó el africano, que admite que la plantilla se encuentra «feliz» tras haber dado un paso casi definitivo sumando los tres puntos en el duelo frente al Sporting. «El grupo está muy alegre tras haber logrado esa victoria y eso nos da esperanza y fuerza de cara a buscar lo que queremos, que no es otra cosa que cerrar definitivamente la salvación y para ello vamos a ir a Málaga a ganar», insitió el centrocampista zaragocista.