6,16 metros de altura. Esa es la nueva referencia mundial en el salto con pértiga. El récord lo logró Renaud Lavillenie el día 15 en un escenario especial. En Donetz, la casa del explusmarquista mundial, Serguei Bubka, que lo presenció en directo. Todo parecía escrito para el mejor guión. Diecinueve años después del récord del mundo del ucraniano en la misma ciudad, Lavillenie ha borrado de los rankings uno de los registros más viejos del atletismo.

Y no es una sorpresa. El atleta francés, de 27 años, lo buscaba y se estaba acercado centímetro a centímetro en las últimas semanas. ñQuizá, hace tiempo, nadie pensaba que era posible superar el récord de Bubka. Pero viendo los últimos saltos de Lavillenie, que no paraba de subir el listón, parecía una cuestión de tiempo", explica el pertiguista español Dídac Salas Planas, que fue el cuarto clasificado del Mundial júnior de Barcelona 2012 con un salto de 5,50 metros.

La tradición francesa

Siguiendo las huellas de Pierre Quinon, Thierry Vigneron, Jean Galfione o Romain Mesnil, Renaud Lavillenie perpetúa la tradición de la pértiga francesa, siempre a alto nivel y muy competitiva. Campeón del mundo en pista cubierta, múltiple campeón de Europa y medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres-2012, el francés ha puesto el listón muy alto. Pocos son los atletas que llegan a superar los seis metros. ñAhora mismo el crack es él y es el único que podía superar este reto. Lo tenía muy cerca y finalmente lo ha conseguido y no descarto que vaya más arriba", comenta Salas.

De saltar en su jardín a superar el récord del mundo. En el mundo de la pértiga, el francés es alguien especial. Primero por sus resultados, y sobre todo por su preparación. ñHago 30 saltos en un entrenamiento, Renaud si puede hacer 80 o 100, los hace", dice Salas.

Un físico atípico

Perfeccionista, siempre aspira a más. Hasta el punto de que ha instalado una zona de salto en el jardín de su casa cerca de Clermont-Ferrand. Al saltar todos los días, mejora aunque las condiciones no sean las mejores. ñCreo que esta zona de salto en su jardín es más un juego para él, para pasarlo bien en sus ratos libres. Pero muestra su carácter y que le gusta mucho su deporte", subraya Salas.

Lavillenie empezó a tener una pértiga en las manos a los 4 años, aunque tiene un físico atípico para un pertiguista. ñLa mayoría creíamos que era necesario ser alto y fuerte para llegar muy arriba y él demuestra lo contrario. Tiene una técnica perfecta. Es la diferencia", añade. El francés compensa su estatura convencional (1,76 metros) con una gran velocidad en la carrera de impulso. Es uno de los pertiguistas más explosivos del mundo. Y sobre todo tiene una excelente mentalidad competitiva. ñSe le ve siempre muy tranquilo y relajado, sin mucha presión en las competiciones. Se le ve que disfruta y es uno de sus puntos fuertes", explica Salas. Ya ha suscitado interés del mundo del cine. El realizador francés Cédric Klapisch ha decidido seguir la preparación del atleta para los Juegos de Río.