Periodista, escritor y ahora deportista paralímpico.Tras años de feroz entrenamiento, Javier El Sepia Hernández, zaragozano que nació sin extremidades superiores, debutará mañana en los Juegos Paralímpicos de Londres. Competirá en tres pruebas de natación.

--Después de haber alcanzado uno de los grandes retos en su vida, ¿qué siente poco antes de su bautismo olímpico?

--Estoy muy contento. Siendo periodista es un hito acudir a un evento así y poder hacerlo como deportista, es como doblar la apuesta.

--Sin estar habituado a la alta competición, ¿de dónde le vino esa devoción por participar en los Juegos?

--Era impensable hace cuatro años, porque me lo planteé poco después de los Juegos de Pekín. Sabía que era complicado, pero necesitaba intentar este desafío.

--¿Y cómo es posible en tres años conseguir llegar a la cita deportiva por antonomasia?

--Ha sido una contrarreloj muy exigente. He tenido que llegar muy alto en muy poco tiempo.

--¿Cuál es su objetivo para la cita de Londres?

--Voy a competir. Sobre todo, a nadar mejor que nunca. El objetivo es batir mis marcas personales y, a partir de ahí, que sean los rivales los que me dejen en mi lugar. Si hago marca personal, aunque no entre en la final, estaré igual de satisfecho que si hago medalla.

--Solo el hecho de estar en los Juegos ya tiene que ser un premio incalculable con tan poco tiempo de preparación...

--Para mí la medalla es ir y una vez me la dieron, voy a por la siguiente, que es hacerlo lo mejor posible.

--¿Se hace una idea de la experiencia que le aguarda en la villa olímpica?

--Me han contado cómo es el día a día, pero no me he hecho mucho a la idea porque he estado concentrado en prepararme bien.

--Respecto a las referencias con sus rivales, ¿es posible volver con un metal colgado del cuello?

-- En dos pruebas --150 estilos y 50 espalda-- tengo el séptimo mejor tiempo mundial. Ahí pelearé por entrar en la final. Mi objetivo es estar en esas dos finales. En 50 espalda están las cartas bastante más marcadas, ya que los cinco nadadores con los mejores tiempos son prácticamente inalcanzables.

--¿Cree que está en condiciones de mejorar sus marcas personales en las tres pruebas?

--En 50 espalda no haré medalla a no ser que los mejores tengan problemas, pero aun así, quiero mejorar mi marca. Mi objetivo es mejorar tiempos en las tres pruebas. En 50 braza no creo que acabe entrando en la final.

--¿Qué se hace en tan solo tres años, sin haber tenido una preparación desde pequeño, para obtener la mínima para unos Juegos?

--He entrenado mucho. De hacerlo dos días a la semana he pasado a todos los días. Empecé pensando que quería ir a Londres y, si en seis meses no veía posibilidades, lo hubiera dejado. Con desafíos elevados, siempre creces. Si finalmente no hubiese llegado a Londres, hubiera estado igual de satisfecho por el hecho de haberlo intentarlo.

--Ese afán de superación incesante en Javier Hernández, ¿de dónde le viene?

-- Tampoco creo que tenga nada especial más que los demás. Las personas con discapacidad no tenemos ni más mérito, ni más afán de superarnos. Es cierto que el que tenemos no es poco, pero todo el mundo necesita superarse. Esto es un reflejo de cómo quiero vivir y cómo he vivido.

--Con lo que ha conseguido ¿no se ve como un modelo o referente para la gente con dificultades?

--No creo que seamos ejemplos. Cada uno tiene que ser de sí mismo. Puede que seamos un buen espejo porque somos muy visuales, pero no tenemos más mérito ni capacidad de superación que nadie. Si uno no se considera igual que los demás, es él mismo quien se está pervirtiendo. Si servimos para que alguien ponga desafíos a su vida, estupendo.

--¿Cuál es el próximo reto que tiene pensado Javier Hernández?

--Lo veremos en el próximo capítulo.