--¿Qué tal ha empezado su nueva experiencia en Rumanía?

--Muy bien, llegué con Alberto Val el miércoles pasado y el jueves ya empezamos a entrenar. Estamos trabajando mucho, ahora sobre todo el aspecto físico, pero se hace ameno porque hemos hecho carrera en un campo de rugby, ejercicios diferentes y poca pista, de momento. Desde el sábado estamos en Zlatibor, Serbia, en un buen complejo deportivo.

--¿Cómo llevan el idioma?

--El rumano no es tan diferente al español, pero tenemos un entrenador macedonio, así que en el equipo hablamos sobre todo en inglés y eso es una ayuda. Además está Bulligan de entrenador de porteros extécnico en el San Antonio y la Federación Española, que nos ha ayudado en todo, nos ha enseñado la ciudad, y eso es otra ventaja.

--¿Cuáles son sus objetivos? Van a disputar la previa de la Champions en casa.

--El principal objetivo es pasar la previa. Si lo conseguimos, entraremos en un grupo muy complicado, pero apelaremos a la heroica para hacer algo.

--¿Tan mal está la Asobal para que hayan emigrado este verano tantos jugadores?

--Sí, tan mal está. Excepto dos equipos, y parece que el Atlético también tiene algún problema, en el resto de clubs no hay ninguno sin deudas. Solo el Naturhouse parece que ha hecho una buena gestión. La desaparición del San Antonio te hace pensar muchas cosas, los jugadores de balonmano españoles se van a seguir yendo al extranjero porque la cosa no pinta mejor para el futuro.

--¿Usted jugó en el San Antonio, se esperaba ese final?

--Conozco un poco el club, estuve cuatro años, y ha sido un poco una muerte anunciada, llevaban muchos años a trompicones, con deudas, y salvo que volviera Portland o algún patrocinador fuerte, era muy difícil que salieran adelante.

--¿Por qué decidió marcharse del Caja3 Aragón y no cumplir el segundo año de contrato que tenía firmado?

--Si me hubieran pagado normalmente, no habría tenido el menor interés en irme. He estado muy cómodo, muy a gusto, se formó un grupo muy bueno y es una pena tener que dejarlo. Siempre me quedará el recuerdo de la gente. Pero una vez que ves la situación, que te deben dinero desde enero, te prometen y te prometen que te van a pagar y no cobras, te planteas marcharte. Tuve ofertas y el club no me dejó irme a Alemania. Al final denuncié para cobrar lo que me debían, ni más ni menos, y el club se lo tomó como algo personal. No queríamos pero tuvimos que llegar hasta el final, hasta que el juez me dio la razón y el Caja3 tuvo que rescindirme el contrato. Me marché libre y ningún club ha pagado un euro por mí. La verdad es que sienta un poco mal todo esto porque durante el año nos hemos portado bien, no hemos denunciado, no hemos hecho ruido y solo reclamamos lo que es nuestro.

--¿Se marcha decepcionado con el club?

--Con el club, sí. Se podían haber hecho las cosas bien y no llegar a esto. Yo solo pedía mi sueldo, lo que me he ganado. Y no les he obligado a pagarme después de acabar la demanda, como podía haber hecho, pero no quiero perjudicar a los que se han quedado. Me da igual cuándo, solo quiero que me paguen lo que me deben y ahora eso está en manos de un juez. La verdad es que estas cosas sí duelen porque confías en la gente y haces un gran esfuerzo, como se ha visto, entrenando, jugando, intentando creer, debiéndole dinero a la familia y al final acaba así.

--¿Una demanda era la solución?

--Es una pena porque al final el dinero es algo material y se arregla fácil. El problema es que no me han dicho las cosas claras y, como el club no me decía cómo estaba la situación, yo tampoco podía actuar. Creo que también se han aprovechado de ese silencio hasta que me he quedado sin tiempo. He perdido ofertas, pero ahora estoy muy contento de estar en el Constanta.

--¿Por qué el Constanta?

--Quería irme de España porque allí no hay ningún club que te pueda ofrecer tranquilidad económica. Con 22 años y sin ataduras en España, la experiencia de probar en otro país me parece muy interesante como deportista y como persona. Tuve una oferta de Alemania, pero solo me dieron una semana para decidirme y no pude aceptarla. El Constanta ha apostado por mi desde el principio, me dijeron que me esperaban hasta que acabara el proceso de la demanda y, al día siguiente, firmamos.

--¿Qué balance hace de su temporada en Zaragoza?

--Personalmente, este año y el del San Antonio han sido impresionantes. He conocido muy buena gente y he hecho amigos de verdad con los que espero no perder nunca el contacto. Deportivamente estoy contento porque creo que he crecido como jugador, pero también pienso que podía haber dado más. Soy joven, tenía por delante a Maqueda y era complicado, pero podía haber aportado más al equipo, en ese sentido mis expectativas no se cumplieron del todo. Ahora espero alcanzar mis metas en Rumanía.