El excapitán del Real Zaragoza Javier Paredes ha dicho hoy adiós entre lágrimas a la afición zaragocista, después de casi siete años como futbolista del primer equipo en una comparecencia que "nunca me hubiese gustado hacer" tras ser despedido por razones económicas el pasado mes de febrero.

"Después de siete años creo que no merecía este trato y es lo que me duele. El Real Zaragoza desde que lo conozco siempre ha tenido un trato bueno con los jugadores y lo está perdiendo de cara al exterior", ha manifestado en su comparecencia.

Paredes ha respondido a todas las preguntas que se le han realizado sobre su salida del club pero cuando ha querido despedirse personalmente apenas ha podido articular algunas palabras de agradecimiento "a todos los compañeros y la gente que me ha acompañado estos años".

Tanto su despido como el de José María Movilla ha reconocido que puede ser por su condición de ser los más veteranos de la plantilla y que "molestásemos" y lo único de lo que se arrepiente es de no haber explicado los motivos por los que denunció el impago de las mensualidades a comienzos de enero porque "pensé que era liarlo más".

Al respecto de las razones económicas aludidas en su despido las ha calificado como "algo extraño" cuando es la Liga de Fútbol Profesional y el Consejo Superior de Deportes los que han impuesto esta temporada el control económico. "Si falla ese control o la gestión desde julio hasta ahora es que no ha sido positivo y no están cumpliendo el compromiso", ha argumentado.

El asturiano ha recordado que la cuestión económica en su caso "nunca ha sido un problema" y que poco antes de ser despedido había anunciado al club la posibilidad de renunciar a su cláusula de renovación.

Aunque en su adiós no ha habido ninguno de los componentes de la plantilla ha afirmado que se ha sentido respaldado y ha recibido "mucho apoyo y muchas llamadas, pero entiendo que no sería correcto que hubiera aquí compañeros".

En su condición de licenciado en derecho ha señalado que su despido "no está solventado" y en los próximos días lo va a recurrir y "con el paso de los meses se verá qué posturas adopta cada uno".

A pesar de su abrupta salida, que ya sufrió Franco Zuculini en verano en una decisión que "no compartía ni comparto" y así se la trasladó a los rectores de la entidad o ahora él mismo y José María Movilla, ha asegurado que a cualquier compañero que le llame le hablará "maravillas de la ciudad, de la gente y de la institución, pero como algo negativo le diré que cuando no sirves atente".

Al respecto de su futuro deportivo ha comentado que está intentando organizarlo "para ya o para el año que viene" porque su intención es seguir y "tengo ilusión por continuar jugando", aunque también ha puntualizado que lo que le hubiese gustado es seguir en el club aragonés.

A pesar de todo también ha expresado su convicción de que sus compañeros serán capaces de conseguir el ansiado ascenso a Primera División.