Fue elegido el mejor futbolista de la temporada pasada en la Premier, pero aun así el jefe de la Liga inglesa, Richard Scudamore, no echará de menos a Luis Suárez. A pocas horas de conocer la resolución del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) sobre la dura sanción que la FIFA impuso al delantero por moder al defensa italiano Giorgio Chiellini en un partido del Mundial, el director ejecutivo asegura que el jugador ya había "agotado su tiempo" en Inglaterra, que era "una bomba de relojería" y que uno siempre estaba esperando "el próximo escándalo".

"Ya tuvo su momento aquí. No puedo decir que lamento su partida", ha declarado Scudamore sobre Suárez, que jugará en el Camp Nou las cinco próximas temporadas previo pago de 81 millones (cifra aún no oficial) del Barça al Liverpool. Poco importa que comparta la Bota de Oro con Cristiano Ronaldo tras firmar 31 dianas la pasada campaña. En opinión del directivo, el comportamiento antideportivo del goleador ha manchado el fútbol inglés. "Sin duda, afectó a Liverpool, uno de nuestros grandes clubs. Y también nos afectó a nosotros [la Premier]", ha añadido.

Suárez ya había sido sancionado dos veces antes en su carrera por agredir a un rival. En el 2010, vistiendo la camiseta del Ajax, mordió a Bakkal, del PSV, y en el 2013, ya como jugador del Liverpool, a Ivanovic, del Chelsea. Pero además en el 2011 fue suspendido de nuevo en la Liga inglesa por insultos racistas a Evra en un partido contra Manchester United. Con este historial, es normal que Scudamore afirme que el último incidente "se veía venir" y que prefiera verlo lejos de sus dominios.