Marc Gual y Jesús Alfaro han sido dos de los jugadores que han protagonizado culebrones este verano en el Real Zaragoza. El club sigue esperando con los brazos abiertos que el sevillista aterrice en La Romareda, algo que sucederá mañana. Por otro lado, en el apartado de las bajas, la salida del extremo onubense era una de las tareas pendientes de Lalo Arantegui y ya ha conseguido tacharla de la lista.

Alfaro, con contrato hasta el año 2020, jugará la próxima campaña cedido en el Real Murcia, que compite en Segunda B. El Zaragoza pidió al jugador de regalo de Reyes en el mercado invernal, pero no cuajó buenas actuaciones. En los seis meses que estuvo afincado en la capital del Ebro disputó un total de 69 minutos en cuatro partidos: Córdoba, Alcorcón, Almería y Barça B.

Este verano el atacante rechazó la posibilidad de emprender una nueva aventura en el fútbol indio o el chino, y recibió varias llamadas de clubs de Segunda, como el Extremadura o el Rayo Majadahonda. No obstante, se decantó por jugar en Segunda B, donde contaría con minutos.

El Murcia mostró su interés por el jugador, aunque había otros equipos detrás. El temor de la entidad murciana era que Alfaro escuchase los cantos de sirena procedentes del Rácing de Santander o del Hércules, que ofrecían contratos más cuantiosos. Finalmente, para alegría del conjunto rojiblanco, el atacante andaluz se enfundará su zamarra durante el próximo curso.