Joaquín Ruiz Lorente ha renovado con el CAI dos temporadas y seguirá siendo el segundo técnico de su amigo José Luis Abós hasta la 2015-16. Si completa su nuevo contrato, cumplirá una década en el CAI, a donde llegó en la 2006-07.

--Ha visto crecer al CAI durante los últimos ocho años. ¿Aún no se ha cansado del club?

--El hecho de que tanto el club como José Luis (Abós) sigan confiando en mí es una satisfacción personal. Y más en la ciudad de la que soy originario, en el club de mi vida y con la gente a la que quiero. Estoy poniendo mi granito de arena a esta montaña enorme que está creciendo y que es un club que se está afianzando entre los grandes de la ACB e intentaremos que también en Europa.

--¿En qué ha cambiado el CAI?

--Ahora mismo hay mucha más estabilidad en todos los niveles. Hay mucha calma a la hora de manejar cualquier situación, ya sea positiva o negativa. La estabilidad que da la continuidad de la gente es importante, porque todo el mundo se identifica más con el proyecto. Es una de las grandes virtudes que está teniendo Reynaldo (Benito).

--En sus primeros años, la situación era diferente...

--Había muchas prisas. La gente estaba muy ansiosa por estar en la ACB. Había demasiado estrés como para afrontar el día a día con normalidad. Llegaron Willy (Villar) y José, y le han dado mucha tranquilidad al proyecto.

--¿Ellos son los 'culpables' del progreso del club?

--Evidentemente tienen mucho que ver, pero sería injusto no acordarse de muchísima gente que está detrás.

--Lleva cinco temporadas trabajando mano a mano con Abós. ¿Cómo es la relación?

--Va más allá de lo profesional. Lo conozco desde hace 31 años, él fue mi entrenador cuando yo era júnior y ganamos un Campeonato de España juntos. Luego ha habido mucha relación personal a nivel familiar, somos amigos. Él lo hace todo muy fácil. Evidentemente, marca unas pautas y corrige, pero la confianza que te transmite y la tranquilidad que te da para trabajar hace que te sientas muy cómodo a su lado. Nos miramos y sin hablarnos sabemos perfectamente qué estamos pensando.

--Tras tanto tiempo, también habrá habido desencuentros...

--En absoluto. Al revés, la relación se va fortaleciendo. Si en algún momento hay cosas en las que no estamos de acuerdo, las ponemos encima de la mesa. Lo malo sería que no fuera así.

--¿En el futuro quiere probar suerte como primer entrenador?

--No me planteo nada del futuro. Soy muy feliz donde estoy y cada día disfruto más de lo que hago. Y me siento valorado.

--Ha sido un final de temporada raro, con muchos altibajos.

--Si esos partidos en que no estuvimos bien hubieran sido a principio de temporada, no nos acordaríamos. Llegar a las semifinales de la Copa del Rey, quedarnos a una canasta de pasar la segunda fase de la Eurocup y competirle al Madrid en los playoffs es para estar orgullosos. Y creo que el juego es alegre y la gente se divierte.

--¿Cree que no se ha valorado lo suficiente la temporada?

--Sí se valora. La gente ve seriedad en el club, ve jugadores identificados... Son muchas cosas, no solo el resultado.

--Volver a la Eurocup es clave.

--Sería la culminación para poder seguir creciendo, para estar en la Liga entre los ocho primeros y en Europa intentar dar un pasito más.