Reconvertido en héroe improvisado de la noche, Jorge Casado logró ayer sellar la victoria zaragocista en el derbi aragonés (1-0) con un gol en los últimos instantes del encuentro. Un tanto que, según el lateral del Real Zaragoza, lo metió con el alma. "Ángel me la dejó de cara y yo puse el alma para reventarla en el fondo de la red", aseguró Casado tras el encuentro contra el Huesca.

Jorge Casado, que llegó este verano a la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza procedente de la Ponferradina para reforzar la zaga de la plantilla de Luis Milla, reconoció que, aunque anotar tantos no es su fuerte, siempre lo agradece. Y más si es en momentos como el de ayer. "No suelo marcar muchos goles, pero cada temporada hago alguno y si sirve para dar la victoria, mejor", declaró el lateral zaragocista.

Por otro lado, Jair Amador, central de la SD Huesca que llegó este verano procedente del filial del Levante, aseguró que "perder en el último minuto es una pena después de todo el trabajo que había hecho el equipo con uno menos", añadiendo que "te vas con un sabor agridulce, pero hay que seguir trabajando".

Amador, que ha jugado de titular en las tres jornadas que ha disputado el Huesca, está "contento" con su trabajo, pero asegura que debe "seguir peleando para que el entrenador apueste por mí y poder seguir ayudando al equipo lo máximo posible". Sobre la expulsión, Amador reconoció que "fue un fallo nuestro y no puedes hacer nada".