El calor reblandecía el asfalto, castigaba los gemelos y picaba en las rampas. El azote del astro empapó de sudor y sufrimiento los malliots de los 7.209 valientes (había 8.000 inscritos, el límite) que enfilaron sus tubulares hacia los Pirineos y fue un faro guía para José Belda. El valenciano se encumbró como el ganador de la XVIII Quebrantahuesos en un castigo que duró para él cinco horas y 39 minutos y terminó a las 13.10 en Sabiñánigo. Para muchos, los que compiten contra sus fuerzas, el reloj se mareó con más vueltas y no divisaron la meta hasta el atardecer.

La fama de la Quebrantahuesos no es gratuita. Es un imán para los amantes del cicloturismo, el Tour de los humildes, y completar sus 205 kilómetros, derrotar al Somport, Marie Blanque, Portalet y Hoz de Jaca, son el destino por el que entrenan cada año. El mejor fue Belda. El aficionado nacido en Onteniente completó su quinta Quebrantahuesos y mejoró el segundo puesto logrado hace doce meses. Rodó a 36,28 km/h y dejó a once minutos al debutante guipuzcoano Julián Landa y, a trece, al vitoriano Carlos Palacio, que completaron el podio. "Ganar la Quebrantahuesos es lo más importante de mi palmarés deportivo. La prueba ha sido muy dura porque el ritmo fue muy rápido desde la salida y porquee después del Marie Blanc hasta el final prácticamente he ido sólo. He llegado muy cansado", declaró José Belda a Radio Huesca. El también vasco Mikel Azkarren, el anterior ganador, no salió a disputarla esta vez y fue en tándem con su novia. La primera mujer fue Maite Castillo.

En Sabiñánigo se le rindió homenaje a Toni Rominger. El suizo, ganador de tres Vueltas y un Giro, cortó la cinta de la salida y recibió el Quebrantahuesos honorífico. El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, acompañó a Rominger en la meta y encabezó una larga lista de autoridades.

TREPARRISCOS Paralelamente a la Quebrantahuesos se disputó la Treparriscos, su hermana menor. La subida y bajada a Formigal, con más de 800 metros de desnivel en 90 kilómetros gana adectos y fue cubierta por 1.247 aficionados, lo que sumados a los participantes en la prueba grande, registran un nuevo récord en la cita organizada por el Club Ciclista Edelweis con 8.456 cicloturistas por los 7.789 corredores de la pasada edición.

El conquese Daniel Plaza fue el primero en la Treparriscos. Le costó cubrir el trazado 2 horas 21 minutos y 43 segundos, rodando a una media de 38 km/h. Plaza se escapó en el kilómetro 25 de la carrera. El segundo fue un aragonés, José Luis Capella, y el tercer puesto lo ocupó el oscense Luis Mellado. El cuarto fue el barbastrense Oscar Pardenilla y el quinto el serrablés Jorge Arcas.

La Quebrantahuesos intenta modernizarse y subraya su interés en mejorar la seguridad. Como novedad más destacable, la prueba ha cumplido su mayoría de edad aplicando las nuevas tecnologías con un dispositivo que se ha ensayado esta edición y que consistía en un chip que registraba el tiempo de cada participante desde la salida a su llegada y que permite el seguimiento en internet de los cicloturistas en todo momento. Oficialmente se pondrá en marcha en la siguiente edición de la Quebrantahuesos.