El Villarreal se clasificó para los dieciseisavos de final gracias al buen trabajo de su escuadrón de jóvenes que cumplieron la mayoría de edad futbolística en el infernal estadio serbio. La edad media del equipo español no llegaba a los 24 años. Una temeridad pero obligada por las circunstancias (bajas, no inscritos y sancionados). El gol de Cazorla marcó el partido, y el Partizan sólo pudo empatar de penalti.