A todo el que le quiera oír asegura el grupo de ocho empresarios que lidera Mariano Casasnovas que en breve, en esta semana es el deseo, se puede sellar el acuerdo de compra-venta del paquete mayoritario de acciones que tiene Agapito Iglesias del Real Zaragoza y que oscila en torno al 94%. Ese porcentaje o, al menos, una gran parte del mismo. Ayer, según Casasnovas, la operación, que para él lleva días en la fase de redacción de contratos, no tuvo avances y no hubo reuniones presenciales, sí contactos telefónicos, entre las partes. Se insiste en que solo falta la firma, terminar de resolver unos flecos en la tortuosa redacción de contratos y que Agapito está deseando vender, dejar de ser el máximo accionista, aunque no vea con malos ojos quedarse con un pequeño porcentaje de esas acciones, en torno al 20%

También se admite desde el grupo que hay otros tres empresarios aragoneses más que quieren participar en el proyecto, aunque eso sería ya tras la firma, a la que de momento irían los ocho que comenzaron la negociación con Agapito hace unos dos meses. "Lo primero es firmarlo todo, es lo único que queda", insiste Casasnovas.

El caso es que Agapito sigue posponiendo ese día. Todo apunta a que la opción de Casasnovas será la elegida, porque en ella hay condicionantes que otras no tienen. O no aceptarían. Pero Agapito juega y gana tiempo. Les asegura a este grupo empresarial que solo negocia con ellos, pero ha vuelto a ofrecer y no hace demasiados días la gestión del club a alguna persona que en su día ya estuvo interesada en entrar, con respuesta negativa, por cierto.

Otras opciones

Mientras, la opción del capital alemán, con presencia de empresarios aragoneses, ha sido relegada por parte del soriano. No rechazada, pero sí puesta en segundo plano, cuando el propio entorno de Agapito la deslizó hace unos días. Otra vía, como la del capital mexicano y en la que ha mediado Javier Láinez, va a menor velocidad y tampoco cumple con todos los requisitos del soriano.

Casasnovas y su grupo sí aceptan, por ejemplo, la sugerencia de que en el Zaragoza se mantengan los consejeros Francisco Checa y Luis Carlos Cuartero, dos hombres de absoluta confianza para Agapito. No lo harían como consejeros, porque el Consejo estaría formado por lo empresarios que entren en el proyecto, y la asesoría deportiva sería para Luis Oliver, pero los dos seguirían, algo difícil de entender si un nuevo proyecto llega a un club, porque lo normal es que ponga a su gente en los puestos de relevancia. Es decir, la opción favorita, la que apunta a ser la elegida, es la más dúctil con el pasado, la que dejaría una clara sombra de continuidad.

Agapito, claro, debe vender. O al menos debe hacer ver que ya no ostenta la propiedad de ese paquete accionarial mayoritario. Tiene vía libre para ese traspaso, pero deberá entregar el dinero que obtenga al Juzgado de Instrucción número 5 porque está imputado en el caso pagarés. Y el 30 de junio es una losa clara. El Zaragoza necesita un mínimo de entre 5 y 6 millones para terminar la temporada, aunque otras fuentes llevan esa cifra hasta los 9 millones. La diferencia entre ambas cantidades estaría en los pagos más negociables. Y ya adelantó este diario que el grupo de Casanovas pone un aval de hasta 8 millones a disposición de Agapito que, en caso de ejecutarlo, implicaría un compromiso firme de venta.