El juez Pablo Ruz terminó ayer con la incertidumbre del Barça y admitió la querella presentada por un socio contra el presidente Sandro Rosell por el contrato del astro brasileño Neymar Dos Santos. No obstante, el togado se tomará su tiempo antes de oír al presidente azulgrana, ya que quiere estudiar la numerosa documentación que ha reclamado a la FIFA, al Santos y al club. El magistrado imputa a Rosell un delito de apropiación indebida en su modalidad de distracción.

El juez se había dado unos días la pasada semana antes de decidir sobre la admisión a trámite de la querella presentada por Jordi Cases, que promueve una plataforma opositora, al dar traslado de las alegaciones presentadas por el club al fiscal. El Barça negaba en su escrito que los contratos que suscribió con el delantero fueran simulados, como sostiene el fiscal y ahora considera Ruz.

El togado no podía dilatar más su decisión sobre todo después de que Rosell se ofreciera voluntariamente el lunes para ir a declarar al juzgado. En el auto de admisión, el magistrado realiza un sucinto relato de hechos que recoge básicamente los relatados en la querella y en el escrito del fiscal. Es decir, el 15 de noviembre del 2011 Rosell y Neymar firmaron un acuerdo en Brasil en el que se comprometían a contratarle en el 2014 cuando terminara su temporada en el Santos. Por ello, pactaron un precio de adquisición de 40 millones y otros 10 en concepto de préstamo y una cláusula de penalización por 40 millones.

El 3 de junio del 2013, el jugador fichó por el Barça y se le abonó la penalización de los 40 millones por incumplimiento del contrato. El juez sostiene que este abono "es una mutación de un contrato" y una "simulación contractual". Y es que considera que existe una "falta de correspondencia entre la causa y finalidad real de los compromisos y obligaciones económicas" en los nuevos documentos con "el título nominal y apariencia formal de los contratos suscritos". El club azulgrana considera que el caso Neymar debe ser trasladado a un juzgado de Barcelona y pedirá hoy en la Audiencia Nacional que el juez Pablo Ruz se inhiba en la demanda.