E juez de Huesca que instruye el caso de presuntos amaños en partidos del fútbol español tomará declaración como investigados (antiguos imputados) a los jugadores Carlos Martín Briones, Borja Gómez, Carlos Caballero, Samu Saiz y al exdirector deportivo azulgrana Emilio Vega, actualmente en el Alcorcón, por su supuesta participación en el supuesto fraude. En una providencia, el titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de Huesca, Ángel de Pedro, ordena citar, según EFE, a estas cinco personas por un presunto delito de corrupción en el deporte y «previa lectura de sus derechos». Los diversos informes aportados por los investigadores policiales al sumario recogen conversaciones que supuestamente implicarían a Emilio Vega (exdirector deportivo del Huesca), Carlos Martín Briones (exjugador del Sariñena), Borja Gómez (exjugador del Logroñés), Carlos Caballero (Fuenlabrada) y Samu Saiz (Getafe) en la trama. El mediapunta estuvo en el Huesca entre las temporadas 2015 y 2017.

Los investigadores de la Unión de Delincuencia Económica y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional creen que todas estas personas fueron contactadas por los presuntos cabecillas de la red, los exjugadores Carlos Aranda y Raúl Bravo, con la presunta intención de amañar encuentros para apuestas y, en algún caso, amenazados.

La providencia judicial ordena también incorporar en el sumario la entrevista concedida por el jugador del Deportivo Íñigo López a El Mundo el pasado 11 de junio con el siguiente titular: «Perdimos con el Nástic porque teníamos un pacto». En esta entrevista, Íñigo López, que jugaba en el Huesca cuando se enfrentó al Nástic de Tarragona, admitía que hablaron con los jugadores de la posibilidad de perder dado que el equipo altoaragonés estaba ya ascendido y el catalán corría el riesgo de descender, sin ningún tipo de incentivo económico de por medio.

Por su parte, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, opinó ayer que los posibles amaños se podrían cortar desde el primer momento «si los compañeros de vestuario denunciaran» y confió en el que la operación Oikos se resuelva entre los 14 y 16 meses y no se prolongue durante años como el caso del Levante-Zaragoza, abierto desde el 2011 y pendiente de la reapertura de juicio en septiembre. «Tenemos que seguir trabajando este aspecto, sigue habiendo una cierta omertá, porque si estas cuestiones se cortan desde el vestuario desde el primer momento no continuarían. Si el compañero de vestuario denuncia, no seguiría», aseguró en su intervención en el Nueva Economía Fórum para hablar de la industria del fútbol.