El embargo de taquillas y cuentas solicitado ante el juez por Ndri Romaric ya es una realidad. Salvo que el escenario cambie por una improbable negociación de última hora, que no está descartada, pero que tiene el hándicap de unas posturas muy distanciadas entre el club y el jugador y su entorno, el juez ha denegado la petición de suspensión temporal que solicitó el Zaragoza y el embargo, por unos 700.000 euros, llegará en los próximos días a la entidad. Las previsiones hablan de que esta misma semana. Con él, el Zaragoza deberá ir pagando con los ingresos que genere en las taquillas, no demasiados, y con sus provisiones en sus cuentas, por lo que su escuálida liquidez se va a ver más que mermada por la cuantía de la deuda al centrocampista marfileño, que solo estuvo un temporada en el equipo.

Romaric solicitó en su día la ejecución de la totalidad de las cantidades que se le adeudan por el incumplimiento de algunos de los plazos que estableció el juzgado para que el club aragonés abonase en 16 meses lo que se le dejó a deber al centrocampista del Bastia francés. Al jugador le asistía la sentencia anterior en donde se establecía el pago de esas cantidades que se le debían en las citadas mensualidades y donde se dejaba claro que el incumplimiento o retraso de alguna de ellas le legitima para reclamar todo.

Romaric ha cobrado ya alguna de esas partes, con retraso, y, tras advertir al club, decidió solicitar la ejecución de la totalidad. Esas mensualidades o plazos no son proporcionales sino que la cuantía de las mismas va en aumento hasta alcanzar la cifra total de lo que se adeuda al futbolista, que perteneció al Zaragoza en la 2012-2013.

DOBLE RECURSO Tras dar la razón el juez al futbolista, el Zaragoza presentó dos recursos. Primero, un recurso de reposición, que ya fue ganado por el jugador en su día para confirmar el embargo. Y, después, la suspensión temporal y provisional del mismo, que también fue denegado por el juez a finales de la semana pasada para que se ponga de forma oficial ya la maquinaria de ese embargo. Desde el Zaragoza se argumenta que, dada la estrechez económica que tiene el club, se ha preferido dar prioridad a los pagos a la plantilla y a los empleados en las nóminas que a otras deudas. Los jugadores están al día en sus nóminas mensuales, pero aún no han cobrado la primera parte de la ficha, hasta el 31 de diciembre, salvo Movilla, Paredes y José Mari, que demandaron ante la AFE y ya están fuera del club.

Romaric demandó al Zaragoza cuando acabó la temporada pasada y no percibió lo que se le debía. El centrocampista costamarfileño, que siempre ha admitido que su rendimiento en el Zaragoza no fue ni de lejos el esperado, asegura que dio todas las facilidades para que el Zaragoza cumpliese con lo firmado en su contrato, pero que los reiterados incumplimientos no le dejaron otra vía que la denuncia, cuyo acto de conciliación se celebró hace cinco meses en la capital aragonesa y en un primer momento el juez estableció ese calendario de 16 plazos. Sin embargo, los retrasos en los pagos le llevaron a tomar esa decisión de ir hasta el final para solicitar que se le abonase todo y para reclamar un embargo que ha sido autorizado por la justicia.