Punto y final a la situación del Reus Deportiu en la LaLiga. El Juez de Disciplina Social expulsa a los reusenses de la competición, a partir de ya, por los reiterados impagos a sus jugadores, durante los tres próximos años y aplica una multa de 250.000 euros. Los futbolistas quedan todos con la carta de libertad, según explicó a este diario el capitán Jesús Olmo, en contacto con la AFE. Seis de ellos ya abandonaron el club semanas atrás.

Una sanción algo menor de lo que pedía el juez instructor (solicitaba cinco años de inhabilitación en la Liga Profesional), pero que ha caído como un auténtico jarro de agua fría entre empleados y nuevos propietarios de la entidad del Baix Camp. No por lo inesperado, más bien por el poco tiempo de maniobra que se les ha concedido la patronal para presentar el nuevo proyecto y demostrar la existencia de recursos económicos para liquidar la deuda de más de cinco millones creada por Joan Oliver, el expropietario.

La terrible noticia tiene efecto inmediato y concede 15 días para presentar alegaciones, en busca de rebaja de pena, para presentar al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD). «Esperamos que se sancione al infractor y no al club con los nuevos propietarios. Es un proyecto a largo plazo», explicaba Curt Onolfo, actual presidente del Reus, horas antes de la resolución de un caso alargado en el tiempo. En sus palabras se denotaba que estaban preparados para un fallo negativo y aun así confirmaba que su voluntad era la de seguir al frente de la entidad deportiva.

INCÓGNITAS // Habrá que ver cuáles son los pasos que seguirán. De momento ayer por la mañana el Consejo Superior de Deportes (CSD) recibió toda la documentación en la que se especifica el cambio de propietarios entre Joan Oliver, y su grupo financiero, y US Real State Investment. Una vez se dé el ok, los nuevos líderes del Reus Deportiu podrán hacer frente a la deuda de nóminas de empleados, proveedores y staff técnico, que cabe recordar no cobran desde el pasado septiembre. Muchas hipótesis e incógnitas se abren en el futuro inmediato del club.

¿Qué pasará con los jugadores? Nadie conoce los detalles de los contratos de los miembros de la plantilla reusense. Ayer por la tarde, el capitán Jesús Olmo aseguró que todos quedan automáticamente con la carta de libertad para negociar con cualquier entidad.

La Federación Española de Fútbol no se ha pronunciado aún acerca del papel que firmó Joan Oliver en el que se comprometía a que si no cobraban la última mensualidad adeudada antes del miércoles pasado podían rescindir su relación contractual con el club catalán. Quizás no hace falta que se posicione y con el fallo del juez quede todo visto para sentencia.

Nada más lejos de la realidad. El infractor, Joan Oliver, es el único que de momento no tiene ningún castigo, por lo menos en lo que a la patronal se refiere. Habrá que esperar a ver si los dueños americanos deciden interponer una denuncia al exmáximo accionista del Reus.

Muchas dudas en un proceso que inicia su andadura. Nadie parece dispuesto a esperar cuatro años para liderar un proyecto ambicioso. Silencio demoledor en las oficinas del Municipal que preparan ya, desde el preciso momento que se dictó el fallo, las alegaciones junto a los abogados -el club anunció ayer que apelará la decisión del Juez Social de LaLiga-.

A última hora de la noche, el ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, dijo que existe la posibilidad de que el Reus pueda evitar esa exclusión «si entra un socio nuevo que pone al día» los pagos. «Intentaremos que no pasen tres meses, sino agilizarlo lo máximo posible y a ver si de esa manera se puede normalizar y volver al Reus en la competición», recalcó.