No hubo clemencia para Simeone por parte del Juez Único de Competición, que impuso al entrenador del Atlético ocho partidos de suspensión por las infracciones cometidas en la vuelta de la Supercopa. Las collejas al cuarto árbitro fueron consideradas como una infracción de carácter grave por el Juez Único de Competición, Francisco Rubio, que podía haber sido más duro todavía, pues aplicó en grado mínimo la sanción prevista en el artículo 96 del Código Disciplinario de la RFEF, de cuatro a doce encuentros. Dicho artículo no habla en concreto de acciones como las palmadas de Simeone en el cuello del asistente, pero las equipara a ñagarrar, empujar o zarandear, o producirse, en general, mediante otras actitudes hacia los árbitros que, por solo ser levemente violentas, no acrediten ánimo agresivo del agente". Si hubiesen sido consideradas agresión, la suspensión hubiese sido de tres a seis meses. El récord sigue siendo de Txetxu Rojo, cuando insultó, zarandeó y amenazó a Medina Cantalejo tras ser expulsado en un Valencia-Zaragoza en el 2000 y fue castigado con nueve encuentros.

El juez reseñó, a propósito de sus aplausos posteriores, ñla improcedente provocación al público y el pésimo ejemplo de quien debe respetar las reglas del juego tanto o más que los jugadores a los que dirige". Los primeros cuatro encuentros los cumplirá en Liga. Además de esos cuatro, Simeone fue sancionado con otros tantos, que cumplirá en Supercopa. Dos por protestar de forma ostensible con los brazos en alto saliendo del área técnica, uno por aplaudir en señal de disconformidad y otro por situarse en la grada detrás del banquillo. Simeone ha sido multado con 4.805 euros y el club con 2.800. Cristiano Ronaldo se quedó sin más castigo que la amarilla, pese a sus agresiones a Godín. El árbitro no las recogió en el acta y el juez no entró de oficio.