El centrocampista del Servette Paulo Diogo perdió un dedo en la celebración del tercer gol de su equipo, contra el Schafthausen (4-1) y fue amonestado por el árbitro. El jugador, de 29 años y origen portugués, no se dio cuenta de que se había enganchado el anillo de bodas al subirse a la valla que separa el terreno de juego de los aficionados y se arrancó las dos falanges superiores. EFE