Del verde al rojo han pasado las cuentas de la última temporada del Barça. El informe de una auditoría niega que el club azulgrana obtuviera beneficios en el pasado ejercicio, como aseguró Xavier Sala Martín, el tesorero de Joan Laporta. No solo rebate esa lectura, sino que su análisis denuncia pérdidas de enorme consideración, que todavía no son totalmente cuantificables pero que podrían alcanzar decenas de millones de euros.

El Barça acabó la era Laporta con déficit, según insinuó ayer Toni Freixa, el secretario de la directiva. La junta recibió y examinó ayer la auditoría, --"encargada por la junta saliente", subrayó Freixa para negar la sospecha de un análisis partidista--, lo que obliga a Rosell a "reformular las cuentas" que presentó Sala Martín. Pese a que el economista proclamó que el club había logrado un beneficio de 11,1 millones de euros, los auditores de la firma Deloitte lo desmienten.

GRANDES DIFERENCIAS Javier Faus, el nuevo vicepresidente económico, no podrá precisar hoy la diferencia que existe entre las cuentas que exhibió Sala Martín el pasado 30 de junio, y las que está dispuesto a asumir Rosell. Todavía no. Lo que sí adelantó Freixa es que el superávit no es tal, sino que los números positivos serán, "con toda seguridad", negativos.

Sala Martín destacó en su comparencia que el Barça obtuvo unos ingresos récord de 445,5 millones, un 16% de lo presupuestado el año anterior. En ese capítulo incluyó, por ejemplo, un ingreso adicional del contrato firmado con Mediapro pocos días antes del relevo en la presidencia, que a juicio de los auditores no corresponde a la pasada temporada. Otra "salvedad" de los especialistas se halla en la inclusión de la compra de los terrenos de Viladecans, por la diferencia existente entre la valoración de ese futuro equipamiento y el precio pagado. Sala Martín admitió que los gastos se dispararon hasta los 428,7 millones, un 18,29% más de lo previsto.

Para cubrir las presuntas pérdidas, el club debería poder utilizar los avales con que los directivos cubren la responsabilidad de la gestión. El problema reside en que la anterior directiva no presentó los avales, amparándose en los beneficios que arrojaban sus anteriores ejercicios. De los 11 millones de beneficios anunciados, el resultado serán varios millones de pérdidas tras el examen de la auditoría.