Muchos equipos de categorías superiores firmarían con sangre y los ojos vendados los números que está consiguiendo el filial zaragocista en estas primeras jornadas. En diez partidos de Liga, el cuadro que dirige Iván Martínez ha cosechado un balance de cinco victorias y cinco empates. Veinte puntos que le otorga el liderato del grupo III de la División de Honor Juvenil, por encima del todopoderoso Barcelona, que es segundo.

«Son números que los chicos se han ganado a base de compromiso y del trabajo desarrollado desde la pretemporada hasta ahora», apunta el técnico que, aunque reconoce que todavía restan muchas jornadas de campeonato, no esconde su alegría. «Evidentemente, liderar el grupo en la jornada 10 da un extra de motivación para competir, pero no nos planteamos un objetivo para la semana 30. Vamos partido a partido, día a día, corrigiendo errores e intentando mejorar nuestras limitaciones».

Los resultados son prometedores. Iván Martínez aplaude el esfuerzo que sus pupilos realizan cada semana sobre el verde. Los juveniles viven un momento muy dulce, pero el técnico sabe que este tipo de situaciones tienen fecha de caducidad. Ahora uno de sus propósitos principales es concienciar al equipo de que, un domingo, la derrota llamará a las puertas del vestuario. «Ese será el momento en el que los jugadores tendrán que demostrar un toque de fuerza y veteranía. La estadística dice que, en algún momento, se perderá algún partido. Ojalá no llegue, pero hay que estar preparados y no alarmarnos. Seguiremos la misma dinámica de trabajo que hemos realizado hasta ahora», afirma.

El equipo atraviesa una buena racha, no obstante, el cuerpo técnico no olvida que su obligación como cantera es aportar jugadores al Deportivo Aragón. En estos momentos, la camada que llega desde las categorías inferiores invitan al optimismo. «Solo hay que ver que hay cuatro juveniles participando en el filial, y eso nos enorgullece porque siginifica que se está haciendo un buen trabajo en la Ciudad Deportiva», recalca el preparador de los juveniles.

Por otro lado, poder ver a compañeros de su edad a las órdenes de Javier Garcés, el entrenador del filial, es «un extra de motivación» para que los jugadores, indica Martínez, busquen la oportunidad de promocionar. «Nuestra misión es preparar a los chicos para que aquellos que puedan dar el salto estén preparados, tanto a nivel de competitividad como técnico en la categoría del segundo equipo. El pasado martes, Lalo Arantegui destacó que el club confía mucho en su cantera. Quién sabe si, dentro de unos pocos años, esos cachorros llegarán a ser leones.