Serena Williams tampoco se marchará del All Engand Tennis Club con ese ansiado octavo título tras perder la final femenina ante la alemana Angelique Kerber por 6-3 y 6-3. La exnúmero 1 se quedó sin superar el récord de siete títulos que compartía con la alemana Steffi Graf ni el de 23 Grand Slam que tiene junto a la australiana Margareth Court.

Kerber rompió la ilusión de súper mamá Serena, que después de duros meses tras el parto de su hija Olympia en septiembre pasado, había conseguido abrir las puertas de la central para disputar su 30ª final en un Grand Slam, a punto de cumplir los 37 años. La tenista alemana, que ya había ganado a Serena Williams en Australia del 2016 y después el US Open, el mismo año, logró la victoria en Wimbledon ante una rival que la había ganado en el mismo escenario en el 2016 (7-5, 6-3).

Kerber se impuso con un juego muy sólido en 65 minutos. La tenista alemana, número 10 mundial (será cuarta el lunes), rompió el poderoso saque de Serena Williams en cuatro ocasiones y no dio opciones a la estadounidense.

La tenista alemana se convierte en la primera jugadora de su país que gana en Wimbledon después de que Steffi Graf lo hiciera por última vez en 1996. Para Kerber este es el duodécimo título de su carrera y el segundo de esta temporada. Kerber, emocionada, señaló que ganar a Serena era «un sueño hecho realidad, pero para ganar tenía que jugar mi mejor tenis ante una gran campeona» y destacó el valor de la estadounidense por su recuperación.