Hace apenas un mes Patrick Kluivert estaba preparando la Copa de África ejerciendo de ayudante de Seedorf en la selección camerunesa. Ahora ha sido designado por Josep Maria Bartomeu como el nuevo jefe de La Masía visualizando así otro profundo cambio en el organigrama deportivo del Barça, coincidiendo, como ya es habitual, con el verano. La llegada del exjugador holandés, que ha firmado por dos años y que se solapa con el final del mandato del presidente, a la cúpula de la cantera desata otra crisis porque deja sin la mayoría de sus responsabilidades a Pep Segura, que todavía ejerce de manáger general deportivo del Barça.

Bartomeu agita, de nuevo, el centro de formación de talentos del club, consciente de que ha ido perdiendo su identidad. Toca, pero también impone el presidente, por ejemplo, el fichaje de Kluivert que rompe con la estructura antigua que dirigían Bakero y Amor, aunque ambos podrían continuar en la entidad. El excapitán como máximo responsable del filial azulgrana y el excentrocampista ejerciendo únicamente el rol de portavoz, englobado ahora en el área institucional.