Han sido horas agitadas para el Barça. Y también para Ronald Koeman porque dos miembros de su cuerpo técnico (el club ha esquivado dar sus nombres) dieron positivo por coronavirus. Esa noticia obligó a modificar toda la rutina de trabajo del equipo, que juega este miércoles en Bilbao el partido aplazado de la segunda jornada ante el Athletic de Marcelino García Toral, el técnico que sustituyó al despedido Gaizka Garitano. "Menos mal que todos han dado negativo y hemos podido preparar el partido", ha asegurado Koeman, quien no temió, en ningún momento, por su celebración.

El técnico vive pendiente del presente, pero también tiene "un plan" para el futuro inmediato de un club que vive instalado en la provisionalidad. "Cualquier entrenador en enero quiere reforzar su plantilla. He presentado un plan de fichajes y de bajas al club", ha reconocido Koeman. "Si es posible se activará, pero si no seguiremos con los jugadores que tenemos", ha recalcado, pendiente, como está, del desenlace de las elecciones, fijadas para el próximo 24 de enero. De momento, Aleñá ya está ultimando su cesión al Getafe.

Pendiente de la pandemia

Si la pandemia lo permite, claro. "Yo no puedo opinar en el tema de salud. Pero si es por la pandemia puede ser una razón para cambiar la fecha de las elecciones. Pero en el tema deportivo y del club lo mejor es hacerlas lo antes posible. Es un momento muy importante para el futuro del club, pero la salud es siempre lo más importante. Hay que hacer el máximo para parar esta pandemia".

El entrenamiento matinal se aplazó, a la espera del resultado de las pruebas PCR a las que fue sometida toda la plantilla azulgrana. Salió negativo. No hay ningún jugador contagiado, por lo que el Barça trabajó por la tarde en la preparación de un duelo esencial en la Liga para no quedarse aún más descolgado del Atlético (lo tiene 10 puntos por delante y con un partido menos los rojiblancos) y del Madrid, que cuenta con una renta de ocho puntos, pero con un encuentro más que los azulgranas.

Horas de incertidumbre

Tras esas horas de tensa espera, donde se ponía en duda que se jugará el choque contra el Athletic ya que el Barça informó de los positivos en la medianoche del lunes al martes, Koeman volvió al campo de entrenamiento con su plantilla. Luego, facilitó la lista de 21 jugadores con la novedad de Umtiti, que viaja a Bilbao tras recibir el alta médica. Konrad, el joven extremo del filial, también estará en el estadio vasco.

El Barça no puede fallar más en la Liga. Y ese es el mensaje que no para de trasladar Koeman a sus jugadores, instándole a recuperar la eficacia que han perdido. "No tenemos la eficacia que debe tener un equipo como es el Barcelona y con estos jugadores", ha dicho elevando un poco su tono de voz.

Llegó Koeman en agosto al Camp Nou y todavía no se ha podido ver lo que él pretendía. "Poco a poco vamos a ver lo que queremos. Tenemos gente importante lesionada y, además, es una plantilla donde yo no he podido cambiar mucho", ha precisado el técnico. De ahí, su interés en poder intervenir en el mercado invernal, aunque asume que el Barça no tiene dinero para reforzar al equipo. "La clave para cualquier entrenador es tener más tiempo y poder poner tus ideas. En ese sentido, todavía es muy corto", ha admitido.

Ya se ha cansado, por ejemplo, de hablar de Luis Suárez. "No me gusta contestar cada vez sobre Suárez porque ya no jugador nuestro. Lo respeto mucho, pero nosotros tenemos a nuestros delanteros y debemos mejorar con los que tenemos", ha subrayado. Y sobre la suplencia de Griezmann en Huesca quiso dejar clara que se trataba de una elección táctica. Puramente táctica.

"Antoine sabe su sitio. Me gusta el chico. Es un chico abierto y le gusta comunicar, hablar sobre su juego. Y como dije el otro día, si jugamos con tres centrocampistas como en Huesca, hay que buscar la mejor fórmula de los tres delanteros. Y está Leo, está Ousmane que está mejor y tiene profundidad, algo que a mí me gusta. Y tengo que elegir. Y si juegas tantos partidos no se puede jugar siempre con los mismos".