El ministro de Exteriores ucraniano, Pável Klimkin, tachó de "provocación de parte de Rusia" el escándalo en torno al futbolista Roman Zozulya, acusado en España de profesar ideas neonazis. "Sabemos perfectamente que lo que pasó es una provocación intencionada en la que varios hinchas de izquierda fueron manipulados", dijo Klimkin, citado por medios locales. Klimkin aseguró que la Cancillería ha intentado ayudar a Zozulya desde un principio, ya que los diplomáticos ucranianos se lo han tomado como algo personal, y lo seguirán haciendo, tanto a nivel emocional, como político.

Y se mostró convencido de que ésta no será la última provocación por parte de Rusia, país enfrentado a Ucrania por la anexión de Crimea y el apoyo del Kremlin a las milicias insurgentes en las regiones del este ucraniano (Donetsk y Lugansk).

CONTRA LOS ATAQUES TERRORISTAS

Por su parte, el presidente de la Federación Ucraniana de Fútbol, Andriy Pavelko, calificó a Zozulya de "auténtico patriota que ayudó y ayuda a los militares que rechazan los ataques de los terroristas rusos". El futbolista ruso-ucraniano Oleg Salenko, máximo goleador del Mundial de 1994, también salió esta semana en defensa de su compatriota.

"Estoy sorprendido del escándalo. Cuando yo jugaba en España nunca se mezclaban el fútbol y la política. Todos los países tienen problemas, tanto España como Ucrania", dijo Salenko a Efe en conversación telefónica desde Kiev. Los agentes de Zozulya buscan una salida en Ucrania, China o Latinoamérica, ya que debido a la oposición de parte de la afición del Rayo Vallecano, club al que fue cedido por el Betis, se puede quedar el resto de temporada sin jugar.