Dos veces segundo esta temporada en una etapa del Tour de Francia y una vez en el pasado, el noruego Alexander Kristoff logró por fin el triunfo que soñaba desde niño en la ronda gala, aunque lo sitúa un escalón por debajo de la victoria que consiguió en la Milán-San Remo.

"Al fin ha llegado, creo que ya me tocaba", dijo el ciclista del Katusha, que se vio superado en Lille por el alemán Marcel Kittel y en Reims por el también germano Andreas Greipel.

En esta ocasión, el primero se vio distanciado en el último puerto y el segundo sufrió un problema mecánico que le impidió luchar por la victoria, lo que permitió a Kristoff imponerse por delante del eslovaco Peter Sagan.

Pese a la alegría, el noruego señaló que otorga más importancia al triunfo conseguido en la Milán-San Remo "porque es una clásica más intensa".

"Esta es la segunda victoria más importante de mi carrera, pero es algo que soñaba desde niño", indicó.

Kristoff aseguró que el triunfo de hoy "va a liberar un poco al equipo, que podrá centrarse en conseguir el maillot de la montaña" con el español Joaquín "Purito" Rodríguez.