Carlos Sanz partirá el próximo 28 de agosto hacia Liubliana, para participar en el Europeo para trasplantados que tendrá lugar en la capital eslovena. El aragonés, con cuatro intervenciones hepáticas a sus espaldas, viaja con un objetivo claro: "Quiero llegar a la sociedad a través del deporte para que ello repercuta en un aumento de las donaciones. La gente ha de saber que hay vida después del trasplante y concienciarse de la utilidad de donar sus órganos". A sus 44 años, Sanz ha disputado varios campeonatos de este tipo, y alcanzó el oro en el 4x100 en los Mundiales del 2003 en Francia.

Superación y trabajo

Recuerda, asombrado, cómo hace seis años, cuando sufrió su primer trasplante, le invadió la desesperación. "Se me vino el mundo encima" --asegura--. Si hubiera tenido la información que hay hoy, quizá ni siquiera hubiese dejado mi plaza de árbitro asistente, hubiera pedido una excedencia, porque hoy llevo una vida prácticamente normal". El excolegiado llevaba cuatro años como asistente en Primera División, cuando le sobrevino la enfermedad. Fueron "momentos muy duros", que dejó atrás gracias al espíritu de superación que se quiere transmitir en estas competiciones.

La preparación está siendo exigente, pues el nivel de las pruebas es verdaderamente olímpico. "La gente puede pensar que la participación es testimonial, pero no es así. Se exige estar federado y alcanzar unas marcas mínimas para competir, y los atletas llegan a alcanzar los siete metros en salto de longitud, por ejemplo", explica el atleta aragonés, que competirá en 100 y 200 metros, además de en su prueba reina , el 4x100, se está preparando duramente, a pesar de haber sufrido una artroscopia en marzo, por una lesión derivada de su tratamiento con corticoides.

Sus ocupaciones como presidente de dos ONG´s y su búsqueda de patrocinio, ya que no hay federación que le subvencione, le restan algo de tiempo, pero no escatima ni un minuto para la Asociación Deporte y Trasplante, de la que es tesorero y patrono. "La creamos esta primavera, para que los atletas que no consigan patrocinadores puedan participar. Claro que esto será en un futuro, cuando tengamos fondos", puntualiza Carlos Sanz. La medida parece necesaria, ya que de los alrededor de 1.000 participantes en el Europeo de Eslovenia, sólo 20 serán españoles. Como él mismo señala, "es paradójico que en un país pionero en transplantes como España, estemos tan atrasados en este tema".