El Huesca lleva «una semana díficil» tras las dos derrotas consecutivas en El Alcoraz. Así lo explicó David Ferreiro al terminar el entrenamiento que el equipo oscense llevó ayer en el IFPE Montearagón. Una sesión en la que trabajaron aparte titulares y suplentes y en la que Leo Franco ya pudo contar con los lesionados Aleksandar Jovanovic y Rajko Brezancic. «Llevamos una semana difícil, los dos últimos partidos en casa no son positivos; la sensación es que el balón no quiere entrar. Hoy -por ayer- hemos tenido charla y vídeo y hemos visto que hacemos cosas bien, pero que hay que corregir muchos errores, porque esta claro que los hay y que los estamos pagando caro en los partidos», indicó Ferreiro.

Los jugadores todavía le daban vueltas a la derrota frente a la Real Sociedad. «En la primera mitad estábamos cómodos porque la Real tampoco creaba ocasiones. En la segunda salimos con otra intensidad, dimos un paso hacia delante y, cuando mejor estábamos, llegó el gol. No podemos cometer fallos y tenemos que estar intensos en todo momento. Es verdad que las segundas partes las estamos llevando mucho mejor, que dreamos ocasiones, pero el balón no quiere entrar. Hay que seguir mejorando porque esas ocasiones al final terminarán entrando y veremos los siguientes partidos con otros ojos», añadió Ferreiro.

No obstante, la plantilla lamenta dejarse puntos en casa, donde pretendían hacerse fuertes para lograr la permanencia. «Sabemos que la salvación pasa por El Alcoraz; la afición está de diez, llenando el campo y queremos darle una alegría cuanto antes para seguir enganchándoles a ese ambiente de ilusión que se respira en la ciudad».