--Ese grupo inversor azteca lleva varios meses en España y han mirado negocios de otras entidades deportivas y clubs.

--Están siempre aquí entre 4 y 7 personas y la cabeza visible, con quien hablamos, es Luis Manuel Lobato Blanco. Además, ellos hacen operaciones como grupo a nivel mundial, con Estados Unidos y con Asia, pero no tanto en Europa.

--¿Con qué porcentaje de acciones se quedarían ellos?

--En el acuerdo vinculante hemos hablado de hasta un 80%, pero la decisión final no está cerrada. Esa parte del porcentaje se puede incumplir, pero en todo caso será importante, mayoritaria. Hay algunos accionistas que no quieren quedarse y otros, como Javier Lasheras, podrían seguir.

--¿Sería Lasheras el presidente y usted el director general?

--No. Y para las dos dos preguntas. Si nos ofrecen serlo, estoy casi seguro de que el señor Lasheras diría que no y a mí ya puedo decir lo que me apetece, nada. Pero a lo mejor tendría que serlo. Los empresarios que se queden podrían hacerlo para estar en el consejo de administración, acompañarles en estos primeros meses, estar a su disposición para que haya gente de la casa. Si nos piden estar ahí, pues estaremos.

--¿Qué idea tienen ellos sobre quién debe ser presidente?

--Ahora no lo sé. La que tenían al menos era la de alguien vinculado con el Zaragoza.

--¿Teme que este grupo inversor se canse y se vaya?

--Sí, desde hace una semana lo temo. Hablamos con ellos a diario y nos dicen que van a esperar, pero no es lo mismo la ilusión con la que se presentaron que la que tienen ahora, tras estos días que han pasado.

--¿Es factible que entren sin ese acuerdo con Hacienda, pagando el corriente y después negociar ellos con la Agencia Tributaria?

--Sí, nos lo hemos planteado, pero es difícil esa posibilidad.

--¿Qué inversión tienen prevista para devolver al Zaragoza a Primera División?

--Depende. Son gente seria, que no va a hacer locuras, que quiere una gestión profesional y un crecimiento ordenado. Pero capacidad económica para estar en Primera la tienen, sin duda.

--Al margen de esa opción mexicana se ha trabajado en una vía con otros empresarios aragoneses para que pueda entrar en el Zaragoza. ¿En qué fase está? --Está latente. Ojalá estuviese ya perfectamente delimitada, nos encantaría que así fuera. Hay personas trabajando en ese asunto, pero no sé si va a llegar a buen puerto.

--¿Han hablado ya con el Gobierno de Aragón?

--Sí, hay conversaciones con bastante frecuencia y el mensaje que nos trasladan es el de querer ayudarnos, que desean que vuelva el orden y la normalidad a una institución tan importante como el Zaragoza.

--¿Se les ha prometido algún montante económico o ayuda desde la Diputación General de Aragón?

--No, nos han prometido nada. Primero, lo fundamental, es que se estabilice la situación del club y luego seguro que nos ayudarán. Estoy convencido.

--En todo caso, el proyecto del equipo, si sale adelante, sería muy austero. Ya se sabe que jugadores con fichas altas, como Álvaro, Montañés, Abraham o Barkero, tienen que salir.

--Eso está asumido y es así. Pero no hay ninguna negociación cerrada con ellos. Me consta el interés de algún equipo, eso me ha transmitido Cuartero.

--De esos jugadores, ¿cuánto se puede obtener en global por esos traspasos?

--Cada día que pasa es peor en ese aspecto, pero podría ser un millón y medio entre todos.

--¿El club aceptaría que saliera alguno de ellos incluso solo con que algún club pague su ficha y sin percibir nada por la cesión?

--Pues bendito sea Dios, es una fórmula válida también. En el aspecto deportivo no me meto, pero en el aspecto económico igual me da lograr un millón que dejar de pagar esa cantidad. Lo único que digo es que la plantilla habrá que ajustarla a un salario bruto anual de no más de tres millones de euros brutos, incluyendo premios, pluses y el cuerpo técnico.

--Esta temporada ha habido despidos en el club, en su estructura no deportiva, en las oficinas. ¿Puede haber más?

--Los gastos de estructura del club tienen que reducirse y cuando hay que hacer eso solo hay dos vías: o despedir o reducir salarios. Lo que sí digo es que las personas que trabajan en el club son excepcionales, en todos los departamentos, con salarios normales, que están trabajando duro y sin cobrar. La voluntad del grupo mexicano es que esos trabajadores sigan todos, porque el club los necesita. En otros puestos hay salarios que habrá que retocar.

--Los nombres de Cuartero, Checa y Guerra están ahí. ¿Qué va a pasar con ellos?

--No lo sé si contarán para los nuevos inversores. Nosotros contamos con ellos y todo lo que podemos decir de ellos es bueno, pero no sé que va a pasar con cada uno.