Lafita, un jugador 100 por 100 de la cantera, rescató al Zaragoza B de un partido desangelado y de fútbol empobrecido y le otorgó un punto ante una Ponferradina que se adelantó con un 0-2 favorable. Una asistencia milimétrica y un gol del zaragozano quebraron esta distancia inicial de los leoneses y valieron un empate que puede situar al filial más cerca de la permanencia según los resultados que se den hoy.

El partido se puso de clara ventaja visitante. Solana apostó por ubicar en el centro del campo a Sergio Castaño, un central decente, pero como organizador no aporta nada relevante. La mala estructura en la creación anulaba las opciones de juego ofensivo del Zaragoza B, que no creaba ocasiones de mérito. Tampoco lo hacía la Ponferradina, pero aprovechó los errores de la defensa del filial para adelantarse.

REACCION Solana cambió de fichas nada más salir del vestuario y apostó por una carta de alto valor. Introdujo al joven Lafita en el campo junto a Camacho, otro canterano que está demostrando que se le queda la categoría pequeña partido a partido. Aunque fue salir y ver cómo Borja colaba el 0-2 en la portería de Rubén, no perdió el tiempo para inventarse un perfecto centro que Toledo se encargó de rematar a gol. Y como era la tarde de Lafita, él se encargaría de inventarse el empate, remedio menor pero importante según se había puesto la tarde.

En los minutos de descuento pudo cambiar el resultado. Camacho falló una oportunidad para los locales, aunque Gonzalo también tuvo la suya para una Ponferradina en la que jugó Javi Peña, que se enfrentó ayer a su exequipo. Un partido en el que se demostró que la cantera se merece un mayor peso en el filial, donde hay jugadores como Capi, que regaló uno de los goles de la Ponferradina con su error, que no están a la altura de la categoría.