A falta de un cuarto de hora para el final, un mal saque de puerta de Láinez, en el que golpeó el suelo, hizo reaparecer las molestias en el abductor derecho que le dejaron sin jugar en Balaídos por una contractura en esa misma zona. El portero fue atendido por el fisioterapeuta Míchel Román y pudo terminar el partido. En principio hará tratamiento al margen del grupo hasta el miércoles o el jueves, pero su presencia frente al Valencia no parece correr peligro, aunque todo dependerá de la evolución del dolor.