El entrenador del Real Zaragoza comparecía en rueda de prensa tras la conclusión del partido entre el Real Zaragoza y Rayo Vallecano para dejar boquiabiertos a la mayoría de los presentes. "Aquí el culpable soy yo. La fortuna que tiene el Zaragoza es que sólo me quedan dos partidos", dijo César Láinez. Después, por si había dudas, añadió: "Soy el máximo artífice de que el Real Zaragoza no gane. Mi responsabilidad es máxima". El técnico se declaró culpable sin miramientos, sin atender a la responsabilidad de los jugadores ni de la directiva. "Yo no juzgo la situación de la directiva sino la mía", sentenció cuando se le preguntó sobre la reacción de la afición contra el palco y los gritos de dimisión que se escuchraon al finalizar el encuentro frente a los madrileños.

El técnico zaragozano explicó que "el empate era lo más justo. Hemos tenido ocasiones parecidas, una ocasión de cabeza de Ángel y un larguero de Edu Bedia, pero la justicia no existe en el fútbol, sino la eficacia". Sobre la maldición de los minutos finales, comentó: "El miedo a acabar en campo contrario han costado muchos puntos, a nadie le gusta irnos como nos hemos ido hoy. No entiendo ese miedo, esas indecisiones... Si encontrara la solución se la pondría". Subrayó también los problemas físicos que sufieron algunos de sus jugadores en el descanso. "Había tres jugadores con golpe de calor, había que tratar de alternar los cambios".