Ni un pero para el debut de César Láinez entre algunos de sus principales compañeros de banquillo en Tercera División. Los colegas aragoneses valoran la valentía del nuevo técnico, la fidelidad a sus ideas, la manera en que logró cambiar la mentalidad del equipo, la apuesta decidida por la cantera, en general los patrones que eligió para el imponente debut en Elche. Esperan, además, que su modelo sirva de ejemplo para que a muchos otros entrenadores aragoneses con capacidad les abran un espacio al éxito en el fútbol profesional.

Empieza Néstor Pérez, el técnico del Ejea que mantuvo preciosos duelos con Láinez cuando dirigía al Teruel. «César tiene que estar muy contento porque en una semana de trabajo ha sido capaz de que algunos de los patrones que ha tenido en el filial durante dos años y medio se reflejaran el domingo en el campo, al menos en la primera parte. Mostró un patrón con dos denominadores comunes: juntar gente de calidad en el centro del campo y tener una salida de balón con mucha más calidad».

La idea es parecida a la que mostró en el Aragón, pero con matices. «En Tercera jugaba más 4-3-3, pero aquí le faltan dos extremos puros. Con el filial dominaba siempre y con tres por dentro le era más que suficiente, pero en el primer equipo no tiene tanta superioridad y refuerza con más gente por dentro. Lo que le gusta es tener manejo dentro y sorprender mucho por fuera. En este equipo, tal y como está concebido, le faltan extremos. Por eso acumula más gente por dentro para tratar de sorprender por fuera, sobre todo en la derecha, donde tiene a Fran, Isaac y Delmás. En la izquierda mete a Cabrera porque mata dos pajaros de un tiro: tiene mejor salida de balón con José Enrique y más profundidad con Cabrera», explica Néstor Perez, que elogia el atrevimiento de Láinez en su estreno: «Al final uno es valiente en función de dónde lo haga y contra quién. No fue valiente en La Romareda contra un equipo débil, sino lejos de casa, en uno de los campos más grandes de la categoría y ante uno de lor rivales que más manejo de balón tiene».

CONSTANTE Y METÓDICO

Moisés Gutiérrez acogió el debut de Láinez en Segunda División con parecido entusiasmo. «Me alegro mucho. Primero porque deportivamente es un alivio para el equipo; y luego porque César lo ha hecho muy bien. En el filial lleva trabajando dos años y medio de una manera muy seria, muy constante, muy metódica. Ahí están los resultados. En mi opinión hizo un buen trabajo el año pasado y, por supuesto, esta temporada, prácticamente con 20 puntos de ventaja sobre los demás», explica el técnico del Teruel, que reclama atención para la tierra: «Hay que abrir los ojos y ver que hay entrenadores en Tercera División con capacidad para estar ahí y que merecen una oportunidad, como lo está demostrando Emilio Larraz en el Ebro y como lo va a hacer César en el Zaragoza».

Va más allá Gutiérrez, convencido del éxito inmediato de Láinez. «Le van a salir bien las cosas y va a hacer un buen final de Liga. Estoy seguro de que el trabajo de 11 partidos va a suponer que siga al año que viene en el equipo, que nadie le va a poder negar que se quede porque va a hacer un gran final de Liga». Lo hará, además, con la congruencia que le caracteriza. «Ha sido muy coherente con sus ideas. Ratón es su portero, el que le dio la Liga el año pasado, como Pombo. A Delmás lo llevará cualquier día convocado y Xiscu no fue porque tenía un pinchazo. No va a tener dudas en dar confianza a la gente de la cantera. Es fiel a ellos y a su pensamiento futbolístico. Le gusta tener superioridad por dentro y laterales de largo recorrido».

Juan González lamenta que el fútbol aragonés no sepa reconocer a su gente. «Como siempre, todo en esta santa casa llega tarde. Igual tenían que haber hecho esto hace 20 jornadas, o en su día con Emilio Larraz. La sensación es que cuando no saben qué hacer y nadie quiere venir, ponen al pobre César. Como entrenador, se valora muy poco nuestro trabajo, todo lo de fuera nos parece siempre mejor. Ojalá le dieran continuidad, aunque estoy seguro de que no lo harán», dice el técnico del Borja, que incide: «Todo el mundo hablaba muy bien de Pombo, pero nadie había sido capaz de darle cinco partido seguidos. Nos suicidamos solos».

Juan González fue uno de los profesores de Láinez en el curso de entrenadores. «Era de los que iba a clase, y alguno más como Camacho o Javi Ros. Hay gente que le gusta ir a clase, prestar atención, colaborar...». No debe de ser común. Ni el interés ni la valentía: «Ya que vienes, qué menos que intentar hacer lo que a ti te parece lo correcto. Me pareció muy bien. El Zaragoza necesitaba algo, y encima acertó. Hay casos como el de Ratón que nadie entiende. La culpa no es de Saja, es del que ficha a Saja. Lo que hizo Láinez me pareció valiente, haciéndolo el día que lo tenía que hacer».

«El resultado lo dice todo», resume Jorge Abad, que apreció que el equipo salió «con un aire nuevo, con las líneas más juntas» y en el que ilusionan «entradas como las de Ratón y Pombo». Explica el entrenador del Utebo que Láinez «ha metido a gente en dinámica positiva, se sienten importantes», a diferencia del anterior técnico. «Con Agné jugaban siempre prácticamente los mismos. Cuanta más gente haya, habrá más competitividad. Es un plus para la gente que viene por detrás», dice González, que ha visto al zaragocista emplear varios sistemas. «En Tercera se adaptaba un poco a cómo atacar al rival. Le he visto jugar 4-4-2, 4-3-3, 3-5-2... Con el filial era muy superior, pero sabía buscar las fórmulas para hacer daño. Si tiene que cambiar el sistema, lo va a hacer. En Elche ya acabó jugando casi con cinco atrás».

Por último, Abad pide «apostar por gente de la casa». Si Láinez lo ha hecho bien con el filial, «por qué no lo va a hacer igual con el primer equipo. Es un tío preparado y me alegro de que le hayan dado la oportunidad. Igual no hay nadie que conozca la casa mejor que él».