"Tengo casi más molestias que el día que me di el golpe en el partido ante el Alavés. No sé si es que ha sido malo parar". La frase de Láinez al finalizar el entrenamiento dejaba entrever la preocupación del guardameta, que tras jugar el domingo en Sevilla no se ejercitó el lunes con sus compañeros y tampoco lo hizo ayer por culpa del dolor que tiene en la rodilla izquierda. Tampoco Villa y Savio se ejercitaron con el grupo, ni en las pruebas físicas de la mañana ni en la sesión vespertina, pero hay optimismo en que puedan estar en condiciones para jugar ante el Villarreal. De hecho, lo previsible es que Víctor pueda contar con estos tres pilares fundamentales en el Zaragoza en tan decisivo choque.

No quería asegurar esa presencia el guardameta --que sí descartó nuevas pruebas-- en el choque del próximo domingo, pero todo apunta a que, salvo sorpresa mayúscula, estará en la portería zaragocista. Ayer se limitó a hacer trabajo de gimnasio por la mañana y por la tarde corrió con suavidad junto a David Villa. Hoy la idea es que trabaje con el grupo en la sesión vespertina en la Ciudad Deportiva.

VILLA, SEGURO Tampoco termina de superar David Villa el golpe en el gemelo derecho que sufrió en el encuentro frente al Betis. "Todavía tengo el dolor del golpe, pero espero que desaparezca muy pronto, ya que cada día está mejor", explicó el ariete, que también tiene previsto trabajar hoy con sus compañeros, por lo que su concurso es seguro frente al Villarreal.

El brasileño Savio prosiguió ayer la recuperación del esguince en el tobillo izquierdo que sufrió en el partido de Copa del Rey frente al Alavés. Avanzó un paso más, porque pudo saltar al césped a correr durante la sesión matutina, mientras que hoy trabajará con balón. "Me siento mejor, he corrido un poco y he hecho bicicleta, aunque sigo teniendo dolores. En algunos momentos me duele bastante, pero la verdad es que está mejorando más rápido de lo que esperaba", argumentó.

SAVIO, OPTIMISTA En el entrenamiento de hoy ya se podrán adivinar mucho más las posibilidades que tiene de estar en el once de inicio, ya que el jugador golpeará el balón y realizará giros con su tobillo. Si todo sale como Savio y el cuerpo médico esperan, mañana viernes empezaría a trabajar con sus compañeros y su presencia estaría asegurada. Aun así, la sonrisa que llevaba el futbolista ayer era el dato más revelador de que todo va en el camino adecuado. "Estoy haciendo todo lo posible y soy optimista en poder jugar", resaltó el jugador brasileño pocos minutos antes de abandonar la Ciudad Deportiva zaragocista.