El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, recibió ayer a los integrantes del Club Voleibol Teruel para celebrar el título de la Superliga, séptimo de su historia, que los jugadores de Miguel Rivera obtuvieron en tierras andaluzas al vencer 0-3 al Unicaja Almería. Lambán estuvo acompañado por la consejera de Educación, Cultura y Deporte del Ejecutivo aragonés, Mayte Pérez. Durante el acto, el presidente destacó la trayectoria «ejemplar, envidiable y magnífica» del equipo, que en sus casi 30 años ha logrado «triunfos rotundos y ha consolidado su liderazgo abriéndose a competiciones extranjeras».

Por su parte, el presidente del CV Teruel, Carlos Ranera, apuntó que es «un orgullo y una satisfacción» acudir al Gobierno de Aragón, «la casa de todos los aragoneses para ofrecer otro título». El resultado final de la contienda en Almería fue un 0-3 contundente, con el plus de no haber encajado un solo set en contra en las últimas rondas. El presidente del club recalcó que, en este aspecto, el equipo supo «superar las complicaciones que iban surgiendo».

La agenda del CV Teruel ayer estuvo muy apretada ya que el equipo regresó a casa para visitar el Ayuntamiento y, a continuación, la catedral para ofrecer el título a la patrona de la ciudad, Santa Emerenciana, una costumbre en las celebraciones de la escuadra naranja. Acaban de descorchar el champán pero apenas queda tiempo para tomar más de una copa, al menos en los despachos. La próxima temporada ya está en la mente de la directiva, que, según explicó Ranera, trabaja en las pertinentes renovaciones de su plantilla y en la planificación del próximo curso antes de que el balón vuelva a volar por el pabellón de Los Planos.

Todo girará en torno a una persona, el técnico Miguel Rivera, que será la base del nuevo proyecto en el que se sustentará el CV Teruel 2019-20. «Es el entrenador perfecto», dijo Ranera, que también recordó a Vinicius Norhona, jugador fallecido a principio de temporada. «Estará siempre en nuestros corazones».