Si no hay giro de última hora, que en un caso tan enconado y enrevesado y con el carácter cambiante de Lanzarote no hay que descartar, el extremo barcelonés tiene previsto volver a entrenarse hoy con el Zaragoza después de tres semanas con permiso que no le han servido para encontrar una salida para su desvinculación ni un próximo destino.

Tanto el club como el entorno del jugador daban por hecho ayer que esta mañana a las 9.30 horas Manu Lanzarote se calzará las botas y se pondrá a las órdenes de Natxo González, que ya lo dirigió durante dos temporadas en el Sant Andreu, donde tuvo una relación con altibajos con el barcelonés. El club no cuenta con el mediapunta y va a tener hasta que salga el mismo rol que Bedia, Barrera y el portero Irureta. Es decir, no participará en los amistosos ni en las charlas de estrategia o entrenamientos más específicos aunque se podrá ejercitar con el resto de la plantilla.

Lanzarote ya avisó cuando Lalo Arantegui le comunicó que el club no contaba con él antes de acabar la pasada temporada que se quedaba al «99%» para cumplir un contrato que finaliza en el 2018 tras el año adicional que obtuvo por jugar más de 25 partidos de titular.

Pero, en las últimas semanas, su posición es más flexible y el jugador ya admite que la rescisión de su contrato es la opción más probable. Sin embargo, no ha llegado a un acuerdo con el Zaragoza, que quería evitar que se reincorporara a los entrenamientos, algo que salvo sorpresa no va a poder conseguir. La situación con Lanzarote se ha ido convirtiendo en un tira y afloja entre las dos partes a la espera de que llegue ese acuerdo para la desvinculación porque el Zaragoza tiene claro que no desea su continuidad. Ese acuerdo puede llegar en los próximos días.

LAS POSIBLES SALIDAS

El extremo, que llegó al equipo en enero del 2016, ya renovó el año pasado tras un proceso tortuoso y largo. Lo hizo por un año más otro opcional que se convirtió en obligatorio por los partidos jugados. Lluís Carreras quiere que Lanzarote juegue en el Nástic, ya que lo tuvo a sus órdenes tanto en el Sabadell como en el Zaragoza, pero la entidad catalana no juzga por el momento factible esa opción. Mientras, el Mallorca, en Segunda B, desea ficharlo, pero el futbolista no ve con buenos ojos bajar de categoría. Su intención es seguir en Segunda.