Seis de seis. Como los toreros buenos. El factor del Alcoraz será determinante para definir el horizonte de la próxima temporada del Huesca. Acumular el mayor número de puntos en la media docena de partidos que se disputarán en su propio feudo es uno de los objetivos marcados para continuar en LaLiga. Una asignatura pendiente en el tramo inicial e iniciático del curso hasta que quebró su mala fortuna. Ahora la primera etapa de esta cuenta atrás arranca hoy mismo (13.00 horas, BeINLaLiga) ante el Alavés. Un rival de más talla que nombre, en pleno pulso europeo, misma meta que perseguían el Betis y el Sevilla, batidos hace nada en estas tierras.

Bajo el radar de la afición estará precisamente Undiano Mallenco. La protesta oficial del club tras los últimos errores arbitrales y la ausencia del VAR para concretar decisiones polémicas, como el agarrón sufrido por Musto en Getafe como posible penalti, harán que los 14.000 ojos del respetable se claven como puñales sobre el colegiado navarro. Sus acciones serás seguidas con detalle y la presión aumentará al máximo.

La vitalidad de otro choque catalogado de final para el Huesca vuelve a venir irremediablemente definido por las ausencias. Precisamente desde la barrera, sin poder pisar el albero verde, estará Francisco, confirmada la sanción para el entrenador altoaragonés de dos encuentros tras su expulsión en Getafe. Su segundo, Jaime Ramos, hará el paseíllo como espada principal, atento a los mensajes encriptados que puedan llegar desde la tribuna.

A él añadan las bajas por acumulación de amarillas del lateral izquierdo Javi Galán y Damián Musto y las dudas físicas de Xabi Etxeita, en reposo en la última sesión semanal por un golpe en el sóleo, y las de Jorge Miramón y Christian Rivera, que han acortado los plazos de su recuperación para, al menos, figurar en la convocatoria. En ella sí se atreverá a figurar Martín Mantovani. El central, recién llegado cedido del Cádiz, aparentemente, si no hay sorpresa con cambio de sistema y reducción de zagueros, será titular. Viene en forma de jugar en Segunda con los gaditanos y de ser referente en el Leganés en las últimas campañas. No le temblarán las piernas en su debut.

El listado de malas noticias ya es un compañero habitual para un Huesca perseguido por el infortunio. Quizá esta rutina ha provocado que no haya más lamentos dentro de un vestuario reforzado por los últimos resultados, que ve cercana la salvación antes imposible y que sabe que las excusas no le valen de nada en su persecución contra el reloj y contra su hiriente inicio de curso. El once que salga al Alcoraz deberá comerse el terreno de juego y a un adversario sólido, sabiendo además que la victoria trae como regalo el parón de quince días por los trámites internacionales de la selección y que podrá ver cómo tropiezan a sus rivales directos. Un buen plazo para recuperar piezas, ajustar la maquinaria con los nuevos elementos y perfilar el plan de fuga hacia la permanencia en las últimas y vitales diez jornadas de La Liga.

Si la ausencia de Jorge Miramón y Carlos Akapo, que tampoco será de la partida en esta ocasión aquejado de una sobrecarga muscular, obligó a probar con el gallego David Ferreiro en el carril diestro, en esta ocasión será la otra banda la que tenga que sufrir un parche. Adrián Diéguez presenta la mejor candidatura para desempeñar esta labor, dado que el defensa madrileño, central hasta este momento, ya ocupó esta demarcación en el pasado y conocer a la perfección la orientación de los delanteros del Glorioso, club de procedencia.

El Alavés será un hueso duro de roer porque esa es su fisionomía. Rudeza defensiva y oportunismo en ataque son los ingredientes que han cuajado en un grupo que Abelardo tomó desahuciado hace año y medio, lo salvó y ahora lo propulsa en la parte noble. Quinto con 41 puntos, debilita su rendimiento como forastero, aunque llega de doblegar al Villarreal (2-1). En Mendizorroza, un clamoroso error de Rubén Semedo propició una victoria (2-1) para los vascos. Burgui será baja en un grupo que cuenta con el exzaragocista Borja Bastón como máximo realizador (4 tantos) y al que le cuesta golear en sus desplazamientos (14 goles en 14 partidos).