Un latigazo del galés Gareth Bale a la escuadra desde más de 30 metros dio luz a un partido gris del Real Madrid ante el Elche, que resolvió a base de individualidades, con el argentino Ángel Di María tirando de su equipo e Isco Alarcón reivindicándose en los pocos minutos que le concede el técnico italiano Carlo Ancelotti (3-0). Pudo abrir en la 25ª jornada el bonito pulso por la Liga el Madrid con un triunfo con más espectáculo, pero con batallas mayores a la vuelta de la esquina optó por aumentar la presión sobre Barça y Atlético con la ley del mínimo esfuerzo. Midiendo desgastes y hasta fútbol, que apenas apareció en las botas de Di María, el único que tiró de su equipo ante un Elche con un once de españoles.

El partido lo desatascó Illarramendi en un córner. Fue el 1-0. Luego, cerca del final, le puso la firma Isco, que aprovechó sus escasos minutos. Entre medias, el soberbio gol de Bale.