Lebron James y los Cavaliers han disipado todas las dudas que han surgido en los últimos meses sobre su fiabilidad. Después de una temporada desconcertante, plagada de altibajos, de una durísima primera ronda de playoffs, después de un séptimo partido a todo o nada frente a los Indiana Pacers, los Cavs se han hecho con una de las plazas de las finales para la Conferencia Este.

La versión más competitiva de los Cavaliers, la que ha barrido en las semifinales a los Raptors (4-0), ha aparecido a tiempo, enganchada también al Lebron más determinante y arrollador que nunca y eso dará un margen de descanso al equipo de Tyronn Lue, mientras se resuelve la otra semifinal que dominan los Celtics frente a los Sixers (3-1), tras el primer triunfo del equipo de Philadelphia esta pasada madrugada.

Si durante toda la temporada los números de Lebron han sido espléndidos, la estrella de los Cavs se presentará en su décima final de Conferencia en las 12 últimas temporadas, tras asumir un papel determinante en los playoffs. En el cuarto encuentro frente a los Raptors sentenció la serie con 29 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias (128-93). Y sus medias en esta semifinal han sido de escándalo: 34 puntos, 11,3 asistencias y 8,3 rebotes.

La facilidad para convertir en habitual lo extraordinario por parte de Lebron se refleja en los números con los que ha completado la serie. La aportación conjunta de Kyle Lowry y Demar DeRozan, las dos estrellas de los Raptors (138 puntos, 30 rebotes, 46 asistencias) ha quedado eclipsada por los de King James (136 puntos, 33 rebotes, 45 asistencias).

Durante todo el año había ido extendiéndose la sensación de vulnerabilidad de los Cavaliers. De final de etapa. Y esa sensación no acabó de desaparecer a pesar de la revolución vivida en Ohio con motivo del parón en febrero por el All-Star (la salida de Thomas, Wade, Rose y Crowder, entre otros, y la llegada de Hill, Hood, Clarkson y Nance Jr). Pero la exigencia física frente a los Pacers y el desafío de los Raptors, el mejor equipo del Este, han colocado a Cleveland en el camino correcto.

Frente a los Pacers apareció la versión más determinante de Lebron, asumiendo el 36% de los puntos del equipo y con tiros ganadores como el del quinto encuentro. Pero frente a los Raptors, la estrella de los Cavs se ha podido dosificar (un 28,7% de los puntos), bien secundado por sus compañeros, contagiados por el espíritu competitivo del rey, que sigue marcando el paso en el Este. Hasta seis jugadores acabaron en dobles figuras frente a los Raptors, empezando por Kevin Love, que ha resucitado por completo después de un año decepcionante, y siguiendo por Korver, J. R. Smith, Green y Hill. Los Cavaliers ya no parecen un equipo vulgar, sino un sólido contendiente al título.

«Defensivamente estos 11 partidos han sido muy buenos, pero ofensivamente hemos empezando a coger el ritmo y empezamos a ser conscientes de lo que somos capaces de hacer y hasta dónde podemos llegar», augura Lebron, que camina disparado, con permiso de Celtics o Sixers, hacia su octava final consecutiva de la NBA.