Si fuera por Mauriccio Arrivabene, el anterior jefe de equipo de Ferrari, Kimi Raikkonen seguiría siendo la pareja de Sebastian Vettel. Fue su presidente, Sergio Marchionne, quien decidió que el joven Charles Leclerc condujera los coches. Es el segundo piloto más joven de la historia de Ferrari. Ayer dio la gran sorpresa al conseguir la pole position para el GP de Bahréin que se disputa hoy (17.10 horas).

«En la última carrera cometí errores en la Q-3 y trabajé duro para no repetirlas», explicó Leclerc sumamente calmado y con esa cara de niño educado que no indica para nada su canibalismo en la pista. «Hemos hecho un gran trabajo y estoy extremadamente contento», añadió antes de confirmar los problemas que se avecinan a Mattia Binotto, el nuevo jefe de equipo en Maranello. «Seb es un increíble piloto, he aprendido mucho y creo que puedo seguir aprendiendo, pero estoy contento de haberle batido».

Binotto dijo antes de los test de Barcelona que Vettel sería el piloto número uno y que Leclerc trabajaría para él. «Seb es cuatro veces campeón del mundo y Charles aún tiene mucho que aprender», dijo entonces. El trabajo en Barcelona le hizo recapacitar: «Tendrán libertad para luchar», proclamó. Pero no fue así. En Australia, en la primera carrera de la temporada, impidió que Leclerc peleara con Vettel cuando era más rápido en la parte final de la carrera. Puede que haya sido la última vez. Vettel necesitó de un segundo intento en la Q-2 en Bahréin en una día plagado de errores.

«Charles ha hecho un gran trabajo y se merece esta pole. Y nosotros partimos de un buen punto de salida en la carrera, con el primer y el segundo puesto para Ferrari», comentó el alemán en las entrevistas oficiales de la FIA en la zona de boxes del circuito de Sakhir. «Lo importante es que el Ferrari está otra vez delante», indicó Vettel, 52 veces triunfal y con 55 poles en la F-1, que en Australia solo pudo ser cuarto. «Me he sentido muy bien en el coche; el coche va muy bien», añadió.

El único representante español en la parrilla, Carlos Sainz, estuvo brillante y logró una fenomenal séptima posición que podría haber sido la quinta por milésimas. «Hay que felicitar al equipo que ha trabajado mucho para tener los dos coches en Q-3, un resultado impensable hace meses», dijo el madrileño sobre el McLaren que tantos quebraderos de cabeza le dio a Fernando Alonso.

«Estamos aprendiendo, estamos mejorando el coche; de la primera carrera a la segunda ya lo hemos mejorado un poquito, y hoy estamos aquí, casi los mejores del resto (en referencia a los equipos que no son Mercedes, Ferrari y Red Bull), algo que hace tres o cuatro meses era impensable cuando estábamos a medio segundo de estos», indicó el piloto madrileño, que se congratuló de que en estos momentos estén a medio segundo del finlandés Valtteri Bottas (Mercedes), líder del Mundial tras ganar en Melbourne.

«Es que es un poco difícil de entender por qué estamos tan cerca, por qué se ha acercado todo tanto un poco. Es mejor así, ¿no? Es mucho más divertido para el espectador. Creo que hemos estado a punto de batir a un Red Bull, cuando el año pasado estábamos a dos segundos por vuelta. Hemos batido a un Red Bull por otra parte, a (Pierre) Gasly, creo. Un poco extraño todo, pero mejor así», recalcó Sainz.

Los primeros puestos de la parrilla, liderados por Leclerc y Vettel, los completan Hamilton y Bottas, los dos Mercedes, seguidos del holandés Max Verstappen (Red Bull) como quinto y el danés Kevin Magnussen (Haas), que saldrá por delante del español.