El entrenador del Leicester City, Micky Adams, ofreció su dimisión a la dirección del club tras la detención en España de los jugadores concentrados en La Manga. La directiva del club inglés, que rechazó la renuncia del entrenador, se reunió ayer con el ministro de Asuntos Exteriores Jack Straw y ha movilizado todos los medios a su alcance para lograr la liberación de los encarcelados, Keith Gillespie, Paul Vickov y Frank Sinclair.

En sus primeras declaraciones públicas tras el escándalo, el entrenador del equipo caído en desgracia habló de la traumática experiencia por la que está pasando el club y la plantilla. "No voy a prejuzgar a los jugadores. Todo lo que voy a hacer es apoyarles hasta que haya un juicio, si es que lo hay", comentó. Adams vio por última vez a los tres detenidos el pasado viernes. "Tenían miedo, estaban horrorizados y preocupados por sus familias", dijo.

DECIDIDO A LUCHAR En la conferencia de prensa celebrada en el estadio de Walkers, el míster afirmó que tras el suceso sintió "el deber moral" de poner su cargo a disposición de la directiva. Ahora está decidido a luchar, "porque nunca he huído de nada en mi vida y ésta es una situación que no tiene nada que ver con el fútbol, aunque para mí lo más fácil sería largarme ahora mismo". El entrenador dejó claro que los tres jugadores en prisión preventiva eran inocentes, "hasta que se pruebe su culpabilidad".

Preocupado y sopesando mucho sus palabras, pidió cautela a la prensa, asegurando que algunos de los nueve detenidos en un primer momento no estaban en el lugar del incidente y dijo tener "testigos que pueden probarlo". Adams reconoció su pesar por la situación. "Un grupo minoritario de jugadores ha decepcionado al club y si son culpables de algo es de no haberse comportado como profesionales, emborrachándose 24 horas antes de una sesión de entrenamiento".

El míster reconoció que quizá había cometido un fallo al no haber impuesto un toque de queda durante la concentración en España. "Trato a mis jugadores como adultos, pero no puedo estar con ellos las 24 horas del día. No les puse un toque de queda, pero les advertí que debían comportarse de manera responsable".

GESTION MINISTERIAL El canal de la televisión británica ITV ofreció ayer unas breves declaraciones de la abogada española de las tres mujeres demandantes. Encarnación Gómez explicó que sobre los jugadores pesa un cargo de violación, otro de intento de violación y un tercero por agresión. La letrada negó rotundamente que sus clientes fueran prostitutas como se ha llegado a asegurar desde el círculo de los jugadores. "Mis clientes son amas de casa con hijos, que estaban en el hotel de vacaciones", comentó Gómez.

Entre tanto, el club está haciendo lo posible por lograr la liberación de los jugadores. Tim Davies, el director ejecutivo, y el diputado laborista de Leicester East, Keith Vaz, viajaron a primera hora de la mañana de ayer a Londres para discutir la situación de los detenidos con el ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw.

"Nos ha tranquilizado, asegurándonos que el Foreign Office está haciendo todo lo posible por ayudar a los jugadores y a sus abogados, como suelen hacer con otros ciudadanos británicos en una situación similar", declaró el diputado al termino de la reunión. Según Vaz, el embajador británico en España, Stephen Wright, se ha interesado personalmente en el caso. Davies, por su parte, volvió ayer por la tarde a Cartagena para tratar de agilizar las diligencias que conduzcan a la liberación de los jugadores.