La gira de tres partidos consecutivos fuera de casa ya da menos miedo. La victoria en Cáceres, aunque conseguida con un juego dubitativo y todavía sospechoso, ha rebajado la presión pero ha vuelto a dejar al descubierto que el equipo sigue todavía en proceso de desarrollo. Esta tarde, en la quinta jornada de la Liga, el CAI pasará un examen de máximo nivel contra un león herido. El equipo de Angel Jareño, uno de los aspirantes al ascenso a la ACB junto con el Fuenlabrada, el Murcia y el CAI, ha comenzado el campeonato sembrando un reguero de incógnitas por su bajo rendimiento: el León ha ganado un encuentro (a La Palma) y ha perdido tres (en casa contra el Menorca y Los Barrios, y en Murcia).

"Eso es así, pero sigo diciendo que va a ser uno de los equipos que va a estar arriba", explica Oscar Quintana. "Han cambiado la pareja de americanos y los dos bases son nuevos. Están en un proceso de acoplamiento y necesitan tiempo y paciencia", añade. Como en las próximas tres semanas, el técnico cántabro no podrá contar con Galilea, que sufre un esguince de tobillo, y deberá usar a Lescano y a Urtasun en la construcción. "Diego no estuvo en Cáceres al nivel que puede dar. Esperamos que vuelva a ser el de Fuenlabrada o Algeciras", reconoce el entrenador.

El nivel del base argentino será determinante para el desenlace del partido de hoy. Y es que el León cuenta con dos directores de juego experimentados, con una cualificación notable y una solvencia contrastada. Borja Larragán ha regresado esta temporada desde el Fuenlabrada y todavía se encuentra lejos de su mejor estado, mientras que Pedro Rivero, que ha conquistado la titularidad, ya le amargó una noche a Ciorciari con el Cáceres en la pasada campaña, aunque sufre las secuelas de un rodillazo en el muslo.

PROCESO DE CRECIMIENTO Una vez más, el rigor en defensa medirá la salud del CAI. Contra el Algeciras y en Cáceres fue deficiente, y el equipo padeció en la pista. Contra el Gijón fue magnífico y sumó una victoria sencilla. Al paso por la quinta jornada, el equipo aragonés espera también el crecimiento progresivo de sus jugadores más relevantes: aguarda que Lescano siga dando pasos adelante y se parezca, cada vez más, a aquel jugador maravilloso de principios de año; espera una mayor regularidad de John Brown; que Reynolds se habitúe a las dobles figuras o que Asier García reclame protagonismo avalado por un juego de mayores garantías que las de ahora.

Enfrente se encontrarán a un equipo con dos buenos americanos. Maurice Jeffers, que llegó del Cornellá de la LEB-2, promedia 16,2 puntos y Lamont Barnes, fichado del Caguas de Puerto Rico, hace 14,7 por partido. A su lado, el León ha situado a un ramillete de jugadores de larga trayectoria: Dani García (exFuenlabrada) y Panadero (exGijón y exCAI Zaragoza), que sufre una tendinitis en el tendón de aquiles, son dos buenos ejemplos.