El Real Zaragoza cayó el pasado fin de semana. Lo hizo de forma imprevista, ante el oponente más insospechado y en un momento que parecía que no se podía fallar. Aquella derrota frente al filial del Sevilla escoció, incluso dejó algo de marca, pero ocurrió y, como aseveró ayer Natxo Gonzá- lez, «esto sigue». El conjunto aragonés ha conseguido ubicarse en la zona noble de la tabla, dentro de ese pelotón de equipos que pugnan ferozmente por los puestos de promoción. Lo consiguió a base de triunfos, siendo superior gracias a sus argumentos futbolísticos. Es por ello que la expedición zaragocista viajará mañana hasta el Reino de León para tratar de asestar un nuevo zarpazo lejos de casa y consagrarse entre los mejores (16.00).

46 años después el conjunto aragonés volverá a pisar territorio leonés. Cultural Leonesa y Real Zaragoza. El equipo de León contra el león de Zaragoza. La última vez que ambas escuadras se enfrentaron fue en 1972 en un encuentro marcado por la extrema volatilidad del fútbol, ya que los locales consiguieron igualar el 0-3 que los zaragocistas habían anotado en la primera mitad. Esta antigua proeza culturalista sigue latente en la identidad del equipo, que ahora comanda el joven Rubén de la Barrera. Los leoneses están abonados a la épica. Los partidos de la Cultural y Deportiva Leonesa son raros. A veces bizarros. Pueden dominar un partido bajo su estilo alegre, de juego posicional, y acabar sumando una nueva derrota a su casillero. Quizás tengan menos puntos de lo que su propuesta realmente merece, pero el fútbol no entiende de justicia.

Reino impredecible / El Real Zaragoza llega a León con una pequeña herida en su lomo. Aún sin cicatrizar, pero con la rabia e ilusión por conseguir un nuevo triunfo fuera de casa. No será un trámite asequible para el combinado zaragocista, puesto que el Reino de León es la principal fuente de puntos que nutre a la Cultural. Por donde pasan sus opciones de permanencia.

Lo que pueda ocurrir en la ciudad leonesa es puro misterio. Un lugar donde la lógica de los resultados carece de sentido. La Cultu está capacitada para remontar cualquier distancia en el marcador, aunque también de perder pese a tener una renta favorable. El Zaragoza no solo se medirá ante la singularidad de este feudo, también lo hará ante su poderoso potencial ofensivo.

Se trata de un peligro serio para la escuadra aragonesa, ya que los castellanos generan bastante peligro en su condición como local. Una aptitud que pone en jaque una de las debilidades del conjunto de Natxo González; las ocasiones en contra. El técnico zaragocista explicó ayer que es un aspecto que le inquieta y que urge mejorar para que los oponentes no tengan cada vez más posibilidades para anotar. Las opciones de triunfo pasarán por el equilibrio en las dos áreas, aquella frase que tanto se ha cansado de repetir el preparador vitoriano y que tan buenos resultados le ha dado al Real Zaragoza en los últimos meses.

Entre toda la impredicibilidad que rodea la atmósfera de esta cita destaca también la ausencia de Íñigo Eguaras. Uno de los nombres claves para entender el despunte zaragocista y que, sin su presencia, se abre un horizonte desconocido durante estas fechas. El Reino servirá de test para conocer cómo funciona el Zaragoza sin el faro de Ansoáin y bajo la más que probable guía de Guti en la posición de mediocentro único. Tras casi medio siglo después, el Zaragoza volverá a pisar el Reino de León. Será una lucha por objetivos dispares; los leoneses tratarán de evitar el descenso y el león querrá un triunfo para seguir creyendo