Tocados, pero no hundidos. "A nadie de nosotros se nos pasa por la cabeza perder". La declaración de intenciones de Matías Lescano, el jugador franquicia del CAI Zaragoza, es evidente. La plantilla, aunque castigada anímicamente, no da por perdido el sueño del ascenso. Eso sí, ahora la ambición de sus miras se ha reducido y se niegan a echar la vista más allá del encuentro de esta noche. "No tendría sentido. Hemos de pensar en el partido de mañana (por hoy) y nada más. Y esperar que no estén tan sólidos como en Granada. Ellos no son imbatibles", apuntó Benito Doblado.

El alero, que estuvo inspirado en el segundo encuentro, descubre una de las lagunas del juego andaluz. "Contra la zona no lo tienen claro. Cuando hemos defendido así, ellos lo han pasado peor", relató Doblado, que espera que el CAI Zaragoza ofrezca una respuesta de mayor nivel ante su afición. "En casa somos más fuertes que fuera. Ellos en la Liga regular bajaban bastante como visitantes, aunque en el tramo final mejoraron mucho", añadió.

Desde la otra orilla también ojean la eliminatoria con cautela. La plantilla del Granada es consciente de que el CAI es un gran equipo y que en los dos primeros partidos rozaron la perfección para el baloncesto de LEB. "El CAI va a elevar su nivel seguro", asintió Romero, un escolta profesional, especialista en defensa y atinado desde el perímetro.

LA OTRA MIRADA Jesús Fernández, uno de los jugadores desequilibrantes de la semifinal, opina que su equipo puede dar más. "Hemos de mejorar el rebote. En los dos primeros partidos hicimos muchas ayudas para contrarrestrar a Otis Hill y Walls se aprovechó de ello", dijo.

Está claro. El Granada no es sólo Ordín y McGhee. Fernández, Romero, Rueda, Liñán, Doblas... Muchos jugadores con mucho peligro. "Sí, sí --reconoció Lescano--. A mí el nivel que está dando Granada me sorprendió. Pero nosotros tampoco entramos como hay que entrar en un playoff como éste".