El CAI ganó en Cáceres porque fue mejor que su rival, al que unas veces arrolló y otras perdonó la vida, pero, sobre todo, porque cuando Matías Lescano aparece, el equipo contrario no puede hacer nada. Como mucho, admirar sus triples, sus contragolpes, sus robos de balón y cómo culmina las jugadas, con elegancia y eficacia. El jugador argentino volvió a ser decisivo para su equipo, facilitándole una victoria que le sitúa líder provisional a la espera de lo que haga hoy el Plasencia.

El bicho tiene, además, el don de la oportunidad. Sabe aparecer cuando más lo necesita su equipo. Que el Cáceres se pone a dos (52-54) al principio del tercer cuarto, llega Lescano, enchufa un triple y, acto seguido, monta un contragolpe que deja al rival con los brazos caídos. Que los de Ñete Bohígas están a un punto a falta de cinco minutos, pues el argentino repite la misma acción con un contraataque que debe culminar Ferrer. De inmediato, Oscar González anotó un lanzamiento de tres que terminó con el partido. El argentino, por si acaso, lo remató con dos canastas seguidas que suponían un parcial de 0-10.

CONFIANZA Ciorciari soltó la muñeca desde la línea de triple y se marchó corriendo al otro campo. Apenas habían discurrido cinco minutos de partido, pero sabía con total certeza que su tiro iba a entrar y no se equivocó. Esa imagen define bien al CAI, un equipo muy hecho, con la confianza necesaria como para saber que es superior y que va a ganar el partido pero con la concentración adecuada para que el rival no le sorprenda.

Ayer demostró su superioridad durante muchos momentos y, cuando se mostró más débil, más accesible, su rival, roto por las ausencias, por las circunstancias y por sus propias carencias, no aprovechó la oportunidad. El Cáceres se sostuvo en pie gracias a Okac y a Johnson, que logró casi tantos puntos como Lescano, y cuya aportación fue muy valiosa tanto en ataque como en defensa.

También es cierto que Otis Hill y Lester Earl cumplieron un buen papel en defensa. Julbe no castigó más que doce minutos al norteamericano, que salió para hacer lo de siempre. De sus espectaculares saltos, la mitad son de provecho y, la otra mitad, rozan lo absurdo. Ayer entró en la pista y capturó un par de rebotes importantes para luego fallar dos mates consecutivos. También volvió Doblado, que nada más salir logró tres triples. Tampoco desentonaron Ferrer, Mesa o Sabaté, que cumplieron con creces, porque lo mejor que puede decirse del CAI es que es un equipo. Un gran equipo.