Y al noveno día tampoco apareció. En una postura injustificable y nada común, Lester Earl endureció ayer su desafío al CAI Zaragoza y prolongó su espantada al menos durante una jornada más. El pívot americano, que debía haber vuelto el 28 de diciembre, no regresó de los Estados Unidos y, a través de la oficina que lo representa, presentó una nueva excusa: el vuelo que lo iba a traer a España no pudo despegar el domingo en Chicago como consecuencia de circunstancias climatológicas adversas. Ayer nadie pudo hablar con él. El CAI ha empezado ya a sondear el mercado de pívots extranjeros por si, finalmente, tiene que despedir a Earl.

El consejo de administración del club no quiere precipitarse y, a pesar de que valora como inaceptable la actitud de Lester, va a armarse de paciencia. La táctica de actuación está definida. Los rectores del CAI quieren hablar con Earl y escuchar sus explicaciones. Siempre y cuando regrese, para que el jugador continúe en la disciplina del equipo deberá mostrar su arrepentimiento públicamente, asumir una elevada multa económica superior a los 12.000 euros y mostrar una actitud ejemplar en los entrenamientos y en su comportamiento diario. Sólo así tiene posibilidades de continuar.

LA REACCION La dirección deportiva del CAI ha comenzado a sondear el mercado de pívots americanos, especialmente los procedentes de la CBA, NBA y de descartes de Ligas europeas en equipos con problemas económicos. "Es la primera vez que me pasa algo así", reconoció ayer Alfred Julbe, que se confesó "molesto" por la actitud del pívot.

La paciencia con Lester también tendrá un límite, que puede establecerse en el próximo jueves, día en el que la plantilla emprenderá viaje hacia Cáceres para disputar el primer partido de la segunda vuelta. En un sentido o en otro, el club pretende tener solucionado el problema en el menor tiempo posible para, a final de mes, afrontar con garantías la Copa Príncipe, en la que no estará Hamilton (Bilbao) por una lesión en un dedo.

La dificultad a la hora de tomar una decisión sobre el futuro de Earl crece por su satisfactorio rendimiento. Lester ha hecho gala de un gran poder intimidatorio y se ha convertido en un especialista en el rebote. Su concurso ha dado equilibrio al juego del CAI, lo que ha minimizado sus manifiestos problemas en ataque.