Doblete de Mercedes, el mismo resultado de la primera carrera, la misma historia de los cinco últimos años, otra vez Lewis Hamilton celebrando el triunfo… Pero el GP de Bahréin dejó la confirmación de Charles Leclerc como uno de los grandes. Una avería en el recuperador eléctrico de su coche dejó a al joven talento de 21 años sin su primera victoria tras una exhibición de pilotaje. «He sido extremadamente afortunado, esta carrera debía de ser para Charles», reconoció Hamilton tras consolar al joven monegasco, autor de su primer podio, de su primera vuelta rápida, de una carrera que ha borrado de un plumazo el cartel de piloto número dos en Ferrari que algunos quisieron colgalrle.

Leclerc mostró madurez desde el primer instante. Se quedó patinando al primer golpe de gas en la arrancada. Perdió posición con Vettel y Bottas, y llegó a impactar con el Mercedes de Hamilton para defender la tercera plaza. Parecía que todo se iba a a la basura, pero Charles es un pilotazo. Logró dar temperatura a sus neumáticos y adelantó a Bottas para recuperar la segunda posición. En el muro de Ferrari le dieron libertad para pelear con Vettel.

Se acercó al alemán rodando casi un segundo por vuelta más rápido, y dejó clavado al tetracampeón del mundo con un coche idéntico. Había hecho lo más difícil, reponerse del golpe de una mala salida con dos adelantamientos impecables y un ritmo infernal sin fallos. A partir de ahí, Hamilton atacó a Bottas y Vettel con una parada temprana de cambio de ruedas. La lucha del inglés y el alemán -nueve títulos mundiales entre los dos- resultó espectacular. «Me ha cazado como un pato», masculló al chico de Stevenage su ingeniero cuando Vettel le dejó clavado.

Leclerc había acumulado ocho segundos de ventaja sobre Vettel y Hamilton, que comenzó a gestionar con maestría, como si lo hubiera hecho toda la vida, conservando neumáticos, frenos, rodando en cabeza con aire limpio. Hamilton y Vettel repitieron la lucha cuerpo a cuerpo tras el segundo paso por boxes. Y fue entonces cuando se volvieron a ver las costuras a Vettel. Cuando Hamilton ya tenía rebasado al alemán, este completó un trompo que le envío a la novena plaza.

Y entonces llegó el desastre para Ferrari. «Esta sucediendo algo con el motor», gritó Leclerc. «Hemos perdido la recuperación de energía eléctrica», le dijeron por radio. Hamilton y Bottas le adelantaron y el coche de seguridad le libró de ser adelantado por Verstappen (el holandés se cargó la carrera de Carlos Sainz, que no acabó, en la tercera vuelta cuando peleaban por la quinta plaza). «Hemos recuperado el ritmo que no tuvimos en Australia», dijo como consuelo.