Hace justo un año, Movilla se convirtió en el jugador más veterano en vestir la camiseta del Zaragoza en partido oficial. La noche del 9 de enero fue titular en el partido de Copa frente al Levante y superó al meta Enrique Yarza, que tenía en su poder ese récord desde 1968 y con 37 años y 333 días. Entonces, era un ídolo para el zaragocismo, sector donde aún conserva mucho predicamento y apoyo, pero el Zaragoza le ha señalado de forma clara la puerta de salida y la situación se ha tensado tanto que ha llegado a un punto sin retorno. Un año después de entrar en la leyenda, el club y el Pelado están inmersos en un conflicto, con demanda por impago y con duras declaraciones como las que García Pitarch le dedicó el martes y a las que respondió Movi por vía Twitter. Las iras del jugador están focalizadas en el director general, pero es obvio que en esa guerra el perjudicado es el Zaragoza, por las formas y el comportamiento que ambos lados están llevando a cabo.

Movilla, que arribó en una primera etapa en enero del 2003 y estuvo hasta el 2007, regresó al Zaragoza en el 2012. Lo hizo desde el paro en septiembre y asumiendo que venía a desempeñar un rol secundario y aceptando un contrato muy bajo. Es decir, se puso a disposición del club y no tardó en ganarse un sitio. Manolo Jiménez le empezó dando minutos y al final le otorgó una camiseta de titular indiscutible por su rendimiento. En esa tesitura batió el récord de Yarza, con una plaza fija en el once, con el club ofreciéndole una renovación y teniendo sobre la mesa una importante oferta de China. Con esos argumentos, el Zaragoza, y Agapito en particular, pactó un contrato en febrero de dos temporadas con el futbolista.

38 años y 310 días

El rendimiento de Movilla, como el del resto, cayó en picado en la segunda mitad del curso y al final desapareció del equipo, señal también de que sus relaciones con Jiménez no acabaron siendo buenas. En verano, Movilla se ofreció, al menos de forma pública, a acomodar su nuevo contrato, cuyo salario está en unos 250.00 euros, a la realidad de Segunda. El caso es que eso no se hizo y Movilla, que ha jugado 13 partidos, siete como titular, empezó teniendo un protagonismo secundario para Herrera, siendo suplente al principio de Liga y teniendo minutos ante Mirandés, Barça B y Tenerife, partido en el que empezó a ganarse la confianza del técnico.

No fue titular hasta la sexta jornada, ante el Real Madrid Castilla, y lo ha sido más en los últimos tiempos por las lesiones de Paglialunga y Acevedo. Ante el Deportivo, el Jaén, el Girona, la UD Las Palmas, el Córdoba y el Sabadell lo fue, con un protagonismo creciente. De hecho, ese partido en la Nova Creu Alta es el último que vistió la camiseta zaragocista para dejar la cifra de veteranía en 38 años y 310 días. A menos de un mes (el 8 de febrero) de cumplir los 39, todo apunta en que dejará su récord en esa cifra.

"Si los males del Zaragoza pasan por que Movilla se vaya, Movilla se va", dijo el 12 de diciembre. El caso es que el club, a través de Pitarch y con las formas del director general, le dijo eso, que se fuera, el 23 de diciembre, tras el partido ante el Murcia. Pero el conflicto no ha parado de subir de tono, sobre todo entre Pitarch y Movi, desde entonces. La demanda provocó que Herrera lo dejase sin citar ante el Sporting, lo que le causó una gran decepción, y dejó claro que esa denuncia había supuesto el final de la etapa zaragocista del Pelado, que con sentencias como la de ayer contra Pitarch --"Seré niño, pero nunca seré cínico, demagogo y mentiroso"-- parece asumir que sus días en el Zaragoza llegan a su fin.