Como las viejas historias de brujas y fantasmas, de esas que asustan pero nunca llegan a hacerse realidad, las renovaciones de Sergio Ramos con el Real Madrid son un susto constante para el madridismo, un tira y afloja constante que amenaza con estirar la cuerda hasta hacerla romper. Aunque como las buenas leyendas, parece imposible. Hay historias de apariciones de ofertas multimillonarias que nunca se concretaron, hasta la actual situación enquistada, con versiones contradictorias y rumores de fichajes, pese a la aparente buena voluntad de las dos partes, también de la tercera pata del banco, un Zidane posicionado públicamente con Ramos.

Pese a toda la excepcionalidad que conforma el contexto de la renovación de Ramos, es inaudito que uno de los mejores defensores del mundo, el mejor del Madrid con diferencia, no haya renovado a menos de seis meses del final de su contrato. Y desde el entorno más cercano de Sergio Ramos, a través de las redes sociales de su hermano y agente René, es público y notorio el malestar por la situación.

Negociar con quien quiera

Desde el día 1 de enero, después de 16 temporadas en el Madrid, Sergio Ramos es libre para negociar su contrato para la próxima temporada con cualquier equipo del mundo, aunque su prioridad sigue siendo renovar por el Madrid. Eso sí, la pretensión del central de 34 años es firmar un nuevo contrato de dos años, con unos honorarios no inferiores a los que percibe actualmente (alrededor de 12 millones de euros después de impuestos).

Los círculos cercanos a Ramos proclaman sin reparos que el capitán del Madrid y de la selección no ha recibido ninguna oferta formal y concreta para ampliar su contrato, también a que la persona más cercana al presidente, José Ángel Sánchez, no está muy por la labor de facilitar la operación.

Por su parte, desde las esferas de influencia de la directiva del Real Madrid se desliza que se le han ofrecido una renovación que no agrada a Sergio Ramos, o al menos no lo ha aceptado, condicionada por las estrecheces económicas que ha impuesto la pandemia de coronavirus.

Alternativas en defensa

Además, han empezado a sonar con mucha fuerza alternativas para el centro de la defensa. El primero, el internacional del Villarreal de 23 años Pau Torres, compañero de Ramos en el centro de la zaga de la selección y que, en verano, cuesta 50 millones de euros a través de la cláusula de rescisión.

El otro nombre, que lleva semanas apareciendo, es el austriaco de Bayern de Múnich David Alaba, que termina contrato al final de la temporada y llegaría sin coste de traspaso, pero con una ficha muy alta (por encima de 10 millones de euros libres de impuestos) a sus 28 años, después de haber sido centrocampista ofensivo en la selección austriaca y lateral en el Bayern. Ha encontrado la madurez futbolística como defensa central, aunque sus mejores cualidades están muy alejadas de Ramos en cuanto a capacidad estrictamente defensiva y liderazgo de la zaga.